El joven alicantino da positivo por covid pero, como su carga viral es baja, sigue en carrera ante las críticas de ciclistas retirados como Herrada
02 sep 2022 . Actualizado a las 21:02 h.En la salida de Ronda ya soplaba el viento en contra. Eso desanima a cualquiera, aunque no a los tres fugados, el vizcaíno Ander Okamika, el valenciano Joan Bou y el neerlandés Julius van den Berg. Solo tres. Pocos. Tiraron pese a todo hacia la meta que esperaba en Montilla. No llegaron al pueblo del vino amontillado y la uva Pedro Ximénez. Demasiado viento.
Y demasiado empeño de los equipos con velocistas. El último tramo, con giros, bajadas y un repecho final, montó al pelotón en un relámpago de nervios. En un pasillo así hacia el esprint hace falta de todo, especialmente, potencia. Pascal Ackerkmann quiso adelantarse en la penúltima curva. Pero no se libró del danés Mads Pedersen. El excampeón del mundo había sido tercero en tres etapas anteriores. Llevaba esa rabia acumulada y ejerció de favorito. Pedersen ganó al fin, como en el pasado Tour. Le trajeron de inmediato un refresco.
En Montilla, tan calurosa, saben trabajar el frío. Tienen grandes plantas de máquinas de climatización. De aire fresco. Hacía falta para aliviar la fatiga y el ambiente, enrarecido desde la salida por el positivo en covid de Juan Ayuso, que sigue siendo el quinto en la clasificación general. Como si añorara los tiempos en los que un caso positivo, por dopaje, desataba un terremoto en el pelotón, la Vuelta se llenó de polémica cuando en la salida se supo que Ayuso, el joven alicantino de 19 años, había dado positivo por coronavirus y que, como su carga viral era baja, podía continuar en carrera.
Eso es la «normalidad» en la convivencia con el covid 19 que se había reclamado días atrás, en pleno goteo de casos (hasta 22) que mandaban a ciclistas a casa sin presentar ningún síntoma. Pues bien, la continuidad en carrera de Ayuso levantó ampollas.
José Herrada, corredor del Cofidis que tuvo que retirarse por contagio, lo expresó así en Twitter: «Unos a casa sin saber carga viral. Otros corriendo sabiendo que son positivos mientras esperan resultado de la carga viral. Que siga el circo». Días antes, el director del Kern Pharma, escuadra que ha perdido por esta causa a tres corredores, había lamentado que dos de ellos tuvieran que abandonar cuando estaban en perfecto estado de salud. Un test de PCR confirmó que sus niveles de contagio eran elevados. «Hay unas normas y las hemos acatado», zanjó.
El equipo de Ayuso, el UAE, quiso dar enseguida su explicación. Según Adrian Rottunno, médico de la escuadra, el corredor alicantino ya presentó síntomas que encajaban con esta enfermedad antes de la contrarreloj del martes. Llegó muy tocado a la meta y declaró, incluso, que temía estar «contagiado de covid». Se sometió a tres test. Negativos todos. Le hicieron otra prueba un día más tarde. Sin rastro del virus. Su rendimiento mejoró y el jueves en Peñas Blancas estuvo a la altura de Evenepoel, Mas y Roglic. Parecía recuperado, pero tras esa noche dio positivo en varios controles de antígenos, realizados tanto por su equipo como por médicos de la carrera, antes de la salida en Ronda. Alarma.
El UAE tiene máquina PCR
El UAE tiene una ventaja sobre equipos más modestos. Dispone de una máquina para hacer también test PCR. En 45 minutos sabe la carga viral del deportista, sin esperar a los resultados de un laboratorio. Cuando en el pasado Giro de Italia sucedió lo mismo con el portugués João Almeida, que era el cuarto en la general, se optó por la retirada. Su nivel vírico estaba en la zona roja.
En cambio, según Joxean Fernández, Matxin, director del UAE, los datos de Ayuso están «en zona verde», con bajo riesgo de infección. El protocolo sanitario de la Unión Ciclista Internacional (UCI) avala la continuidad del alicantino en la Vuelta, como sucedió con otros corredores en el Tour como Bob Jungels, del Ag2R, o Rafal Majka, también del UAE.
«Nosotros tenemos siempre en cuenta primero la salud del ciclista, segundo la salud del colectivo y tercero las normas establecidas. Nuestro médico habló con Xavier Vidart (jefe médico de la UCI), le explicó los números y le mandó todos los datos. Dio el ok. Me puse en contacto con Javier Guillén y también nos dio el ok», aseguró Matxin. El técnico vizcaíno recordó, además, que han puesto todas las medidas posibles contra el virus, además de contar con la máquina PCR: «Los corredores duermen solos. Cada uno tiene su masajista. Se higienizan las estancias. Tenemos lámparas ultravioletas como las de los quirófanos...». Aun así, el virus encuentra el camino.
Bajo ese ambiente crispado y dividido salió la decimotercera etapa desde Ronda, bella ciudad partida por un acantilado. «Me siento bien», zanjó Ayuso. A correr. Defenderá su quinta plaza y luchará por el podio que ahora ocupan Remco Evenepoel, Primoz Roglic y Enric Mas en las etapas de montaña que vienen, en la Pandera y en Sierra Nevada. Ahí se juega la Vuelta el líder belga.
Tras la caída del jueves, dijo en Ronda que había «dormido bien» y que las heridas estaban «curadas». Le saca 2.41 a Roglic, tres minutos a Enric Mas y casi cinco a Carlos Rodríguez y Ayuso. Duerme sobre un colchón cómodo, sobre esa amplia ventaja. Pero es su primer gran test en una vuelta. ¿Saldrá negativo o positivo?