Arévalo y Germade, campeones del mundo; Portela, plata

Iván Antelo REDACCIÓN

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El K4 500 español logró vengarse al fin de Alemania y la canguesa suma su 34.ª medalla internacional a sus 40 años

06 ago 2022 . Actualizado a las 21:07 h.

Que Galicia tire del carro del medallero español en las grades pruebas de piragüismo esprint no es novedad. Pero no por ello deja de ser significativo. Los palistas patrios fueron partícipes de dos de las tres medallas conquistadas por España este sábado en el Mundial. El cangués Rodrigo Germade y el betanceiro Carlos Arévalo, como piedras angulares del K4 500 campeón; y la eterna Teresa Portela, plata en K2 200 metros. Solo los sevillanos Caetano García y Pablo Martínez, en C2 500, pisaron podio sin representar a la tierra de Rosalía y de Pondal.

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Lo de Arévalo y lo de Germade fue además la historia de una venganza que se ha venido cociendo a fuego lento en los últimos tres años. Junto a dos grandes del piragüismo como Saúl Craviotto y Marcus Cooper forman un K4 500 que lleva tiempo dejándose la piel para alcanzar al imbatible equipo alemán. Cuando el betanceiro se subió al barco en el 2019, en un intento desesperado por destronar a los teutones, el cuarteto se obsesionó con el cetro mundial. En el Mundial de Szeged (Hungría) 2019 se quedaron a medio segundo y en los pasados Juegos Olímpicos de Tokio a solo dos décimas. Los inabordables Tom Liebscher, Ronald Rauhe, Max Rendschmidt y Max Lemke seguían por delante, pero ya sentían su aliento.

En Halifax, el Mundial que se está celebrando en Canadá, Jacob Schopf reemplazó a Ronald Rauhe, retirado tras 26 medallas mundiales y cinco olímpicas y ahora convertido en comentarista televisivo. Y España lo aprovechó para dar el zarpazo definitivo. Ganó con solvencia, por medio segundo, con un tiempo de 1 minuto 20 segundos y 83 centésimas. Incluso Ucrania estuvo a punto de quitarle la segunda plaza a Alemania, quedándose a solo 11 centésimas. Es la sexta medalla mundial para Germade y la segunda para Arévalo.

La leyenda de Portela

La medalla de los dos gallegos tiene un valor doble. Su prueba es una de las tres competiciones de kayak masculino que habrá en París 2024. Las otras son el K1 1.000 y el K2 500. Y lo mismo sucede con Teresa Portela, que en Canadá confirmó que sigue en forma y dispuesta a pelear por otra medalla en los próximos Juegos (fue plata en Tokio hace solo doce meses).

A sus 40 años, la palista de Aldán casi firma una gesta antológica. Ganó una medalla, pero pudieron ser dos. Y remando en ambas finales con apenas 57 minutos de diferencia. Una hazaña aún mayor, teniendo en cuenta que la gallega llevaba doce años remando exclusivamente en pruebas individuales.

La desaparición del programa olímpico del K1 200 metros (en la que fue subcampeona en Tokio) la ha empujado a aceptar el reto del K4 500, en donde sí puede soñar con llevarse otro metal. En su primera gran competición, lo rozó. Junto a la joven pontevedresa Carolina García, la asturiana Sara Ouzande (del Kayak Tudense y considerada palista gallega de alto nivel) y la catalana Laia Pèlachs firmó un gran punto de partida en Canadá. Cuartas. A solo tres centésimas del podio. En cuanto pulan algún detalle técnico de coordinación pueden volar. Polonia parece ir muy por delante, pero Australia y México están cerca.

Menos de una hora después de quedarse con la miel en los labios. Portela y Ouzande volvieron al agua del lago Banook en busca del desquite con el K2 200 metros. No será prueba olímpica en París (lo es el K2 500), pero había igualmente mucho nivel en la prueba. El barco español no salió en cabeza. Fue de menos a más y acabó remontando hasta la plata. Ganó Hungría por 20 centésimas y, por detrás, Canadá se quedó a solo tres. Es la 34.ª medalla internacional de Portela. La 16.ª mundial. Heroína.

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Mosquera, cuarto

También se quedó con la miel en los labios el paracanoísta Adrián Mosquera. Fue cuarto en la final de VL3 200 metros, a medio segundo del podio. Lo tuvo cerca.

Cuatro bazas más este domingo, con Arévalo como gran referente en el K1 200 metros

Galicia lleva dos medallas en el Campeonato del Mundo de Canadá, que este domingo afronta su última jornada. El techo histórico está en las cuatro del Mundial de Szeged (Hungría) en el 2019.

No será fácil alcanzarlo, pero aún hay bazas. Seguramente la más importante sea la de Carlos Arévalo en la prueba individual de velocidad (K1 200). El betanceiro parte como uno de los grandes favoritos para conseguir medalla en una prueba que se disputa a las 16.20 horas (Teledeporte). Aunque la distancia olímpica en París será la larga, la de 1.000 metros, podría ser un buen broche de oro para Arévalo, tras el éxito con el K4 500 metros.

Si Arévalo es una baza clara, todo lo que pase con los hermanos grovenses Noel y Diego Domínguez será un éxito. Su primera gran final absoluta, en la prueba de C2 1.000 metros, comenzará a las 17.20 horas. Esta distancia tampoco es olímpica (lo es el C2 500 que ayer coronó a España como campeona del mundo).

Finales sin eliminatorias

Además, Galicia también podrá conseguir medalla en dos categorías con menos participación, en donde solo se disputa la final. En el equipo español de C5 400 masculino hay tres gallegos: Adrián Sieiro, Manuel Fontán y Pablo Graña. Compiten a las 17.38 horas. Y en C1 5.000 participará Manuel Garrido a las 20.15 horas.