Tebogo alumbra a la velocidad

José Carlos Tuñas

DEPORTES

BRIAN SNYDER | REUTERS

05 ago 2022 . Actualizado a las 13:33 h.

La retirada de Usain Bolt dejó huérfano al atletismo. Su carisma y sus gestas sobre el tartán trascendían mucho más allá de las pistas. Un hueco que solo se logró mitigar con la irrupción de Duplantis, Yulimar Rojas o Jacob Ingebrigtsen. Pero un soplo de aire fresco surgió en el mundial de Cali. La irrupción de Letsile Tebogo promete devolver a la velocidad el protagonismo perdido, ni tan siquiera el americano Fred Kerley, actual campeón del mundo en Eugene ha eclipsado el fenómeno Tebogo.

Es el propio botsuano el que busca la comparación con Bolt, su polémica llegada en la final de los 100 metros de Cali, donde batió el récord del mundo sub-20 con 9.91 segundos. Era su homenaje imitando sus gestas cuando batió el récord del mundo en Berlín con 9.58 segundos.

El análisis de Tebogo nos puede dar una idea de hasta donde puede llegar. Llama la atención que no proviene de la escuela americana ni jamaicana, ni tan siquiera del Caribe. Se crio atléticamente en su país, Botsuana, donde los atletas son tratados de manera excepcional —no hay que olvidar que Nijel Amos y Makwala son de allí—. Pero Tebogo abandonará su país después de Cali para irse a la Universidad de Oregón bajo las órdenes del entrenador Curtis Taylor y compartiendo grupo de entrenamiento con Micah Williams, otra de las joyas de la velocidad.

El análisis de la final de los 100 metros se puede observar que Tebogo salió con una reacción de 0.129. Todo lo que baje de 0.130 se considera excepcional. Esta fase supone el 1 % de la carrera. Su fase de aceleración es mejorable, es una situación determinante en carreras de alta intensidad y de corta duración. Depende de la técnica de salida, de la acción sobre los primeros apoyos y de la fuerza explosiva que posee el atleta en la musculatura del tren inferior.

En la fase inicial domina la fuerza explosiva, pero no completa el ciclo. Solo va con la cabeza baja para subirla al entrar en la fase de aceleración, donde alcanzó los valores óptimos en los parámetros de amplitud y frecuencia de zancada. Aquí ya es imparable, corre suelto, rodillas elevadas y fluido, con una gran facilidad de desplazamiento, no desmontándose en ningún momento, logrando mantener la resistencia a la velocidad en los últimos metros.

Sus registros de 9.91 segundos —no hay olvidar que en Eugene ya había corrido en 9.94— los 19.99 en los 200 metros y 46.09 en 400 nos dicen que estamos ante el futuro de la velocidad.

José Carlos Tuñas es el Responsable del Sector de Velocidad de la Federación Gallega de Atletismo.