En su gloriosa carrera como pívot de los Celtics, Russell llevó a la franquicia hacia la conquista de once títulos en doce finales, rindiéndose solo en 1958 frente a los San Luis Hawks. Considerado uno de los mejores pívots defensivos de siempre, entre sus logros también destacan cinco premios MVP y doce llamadas para el All-Star.
Para honrar su legado, la NBA le dedicó el galardón que se entrega al mejor jugador de las finales, que fue ganado este año por Stephen Curry, de los Golden State Warriors. El comisionado de la NBA, Adam Silver, lamentó el fallecimiento de Russell y le definió como «el más grande campeón en la historia de los deportes en equipo».