Ser madre siempre es un desafío. Sea cual sea la profesión. Pero más aún si se dedica a dar patadas a un balón. La maternidad y el fútbol parecen dos realidades incompatibles. A día de hoy sigue siendo cuanto menos extraño ver a jugadoras siendo madres. Recuerdo que estamos en pleno siglo XXI. Son pocas las que se han atrevido a dar ese gran paso. En esta Eurocopa se pueden contar con una mano.
En ese escaso número aparece un nombre español. Irene Paredes. Un ejemplo a seguir. La única madre de la selección. Defensa en el campo. Y defensora del esfuerzo y del sacrificio fuera de él. Desde hace casi un año compatibiliza su trabajo con una tarea tan exigente como la de criar a su hijo. La ilusión de la capitana se repartió entre el fútbol y el pequeño Mateo. Un aliciente más para seguir creciendo y rompiendo estereotipos en una carrera tan exitosa como la suya. Y es que, con 31 años, se le puede considerar una de las mejores centrales del continente.
«Quiero demostrar que se puede ser madre y futbolista a la vez», dijo después del nacimiento de su hijo. Irene, lo has conseguido. Con creces.
A la jugadora del Barcelona se le sumarán otras futbolistas de la liga española. María de Alharilla (capitana del Levante) y Marta Corredera (jugadora del Real Madrid estrenarán maternidad esta temporada. Las dos en activo. Y las dos amparadas gracias a unas nuevas reglas que las respaldan y las protegen. Unas reglas que les proporcionan una baja de maternidad de 14 semanas y que les aseguran poder regresar a sus clubes.
Las dos unieron sus fuerzas. Al igual que lo hicieron en su día futbolistas de talla mundial como Alex Morgan o Sydney Leroux. Mujeres, madres y futbolistas. In that order. Ejemplos que ayudaron a normalizar este tipo de situaciones. Porque el fútbol femenino avanza lentamente. Pero ya no hay quien lo pare.