Un St. Andrews demasiado asequible restó complejidad a la pelea por el título
18 jul 2022 . Actualizado a las 19:09 h.Cameron Smith ya tiene, gracias al Open conseguido en St. Andrews, su primer grand slam, y probablemente no sea el último, porque es un golfista con un juego muy completo, un despliegue óptimo a nivel técnico y carácter ganador. La pena es que el campo, despojado de parte de los elementos que le añadían complejidad, y en un fin de semana sin complicaciones meteorológicas, queda indefenso, y casi se reduce el reto a un concurso de putt. Y de esa prueba Cameron Smith salió campeón.
El mejor en el «green»
Todo aciertos el domingo
No recuerdo ni un solo error de Cameron Smith con el putter el domingo. De hecho, terminó el campeonato liderando la estadística avanzada de golpes ganados con el putter (2,82 por ronda). En cambio, jugadores como Dustin Johnson no metieron ni uno.
EL DERROTADO
McIlroy jugó correcto, pero le faltó un poco más de precisión para embocar
Rory McIlroy jugó muy bien los nueve primeros hoyos del domingo, pero en tres o cuatro putts la bola no entró por muy poco. Ahí vio cómo el título se le escapaba; y luego, superado por Smith, ya jugó algo a contracorriente.
LA DECEPCIÓN
Demasiados temores en Viktor Hovland
La valentía es una de las señas de identidad de Viktor Hovland. Pero la traicionó en la jornada decisiva. En varias salidas eligió un hierro, un palo con el que nunca iba a llegar a las posiciones avanzadas, las que recompensa el campo. Y lo pagó. Me decepcionó que no fuese agresivo.
JON RAHM
Sin tacto en el «green» durante los dos primeros días
Rahm perdió sus posibilidades de título en las dos primeras jornadas, porque no estuvo fino con el putter. Si en un campo tan noble no aciertas en el green, no tienes opciones de victoria.
SERGIO GARCÍA
Su renuncia a la Ryder señala a Bjorn
Sergio García, en cambio, estuvo a su discreto nivel reciente, aunque hizo una vuelta espectacular el viernes. Ahora se autoexcluye del circuito europeo, la Ryder y probablemente de los grand slams, lo que resulta una pena. Señala al capitán europeo, Thomas Bjorn, como uno lo los desencadenantes de su renuncia. Nunca me ha gustado Bjorn, no me parece una persona que brille por su clarividencia, ni que esté capacitado para llevar la voz cantante de nuestros jugadores. Pero el tiempo dará y quitará razones a cada uno. Aunque no nos guste el circuito saudí, creo injustas las críticas hacia los jugadores que, en los últimos años de sus carreras al máximo nivel —como Sergio García y Phil Mickelson— eligen una propuesta más interesante a nivel económico.