Recuperando el prestigio perdido

Isidor Hornillos

DEPORTES

Robert Ghement | EFE

El Mundial de Atletismo sirve a los norteamericanos para volver a reinar en la velocidad masculina

18 jul 2022 . Actualizado a las 11:58 h.

Estados Unidos sigue recuperando el prestigio perdido en la velocidad masculina, que antaño exhibía, al copar el podio de la final de 100 metros. Es la tercera vez que logran esta gesta, tras las ediciones de Helsinki 1983 y Tokio 1991, lideradas por el mítico Carl Lewis.

El hecho de que los cuatro representantes de EE. UU. (Kerley, Bracy, Bromell y Coleman) accediesen a la final alimentó la posibilidad de repetir la gesta del triplete, con el aliciente de hacerlo en Oregón, sede del campeonato. La retirada en semifinales del italiano Jacobs, actual campeón olímpico en Tokio, aquejado de problemas en los aductores, supuso un obstáculo menos para lograr la gesta. Pero Jamaica tenía a Seville, un joven de 21 años acreditado en 9.86 que aspiraba también a subirse al podio. El paso del tiempo y el vacío que ha dejado la retirada de Usain Bolt contribuyeron a que su compatriota Yohan Blake, con una MMP de 9,69 y con 32 años cumplidos, no superase las semifinales.

En la final, cada cual interpretó su estrategia. Coleman, actual plusmarquista mundial de 60 metros en pista cubierta (6,34) y que defendía el título mundialista del hectómetro (Doha 2019), ejecutó una salida impecable, rozando casi la legalidad al marcar un tiempo de reacción de 0.104 s. Expresó una gran capacidad acelerativa a base de un enorme gasto energético, muy superior a la que puede soportar en esa distancia en la actualidad, sobrándole los últimos 30 metros y ocupando la sexta plaza (10,01).

Por su parte, Bracy (9.88) y Bromell (9.88), plata y bronce respectivamente, hicieron una carrera mucho más equilibrada y obligando a los jueces a detallar hasta las milésimas de segundo para establecer su orden de llegada.

Fred Kerley, a la postre el campeón, es uno de los tres hombres de la historia que han bajado de 10 segundos en 100 metros (9.76), 20 segundos en el 200 (19.76) y 44 segundos en el 400 (43.64). Esta hazaña también la pueden lucir el sudafricano Van Niekerk y el estadounidense Johnson. Curiosamente, en el último mundial de Doha fue bronce en 400 metros y esa evolución hacia las distancias más cortas no es lo habitual en el atletismo. Kerley hizo valer su resistencia a la velocidad en los metros finales y su antropometría (1,91 metros) para rebajar en dos centésimas (9,86) a sus dos compatriotas.

Tengo curiosidad por constatar si esta gesta de los norteamericanos se traslada, también, al relevo 4x100 metros, aunque para ello deben coordinar mejor las transferencias del testigo.