Nadal-Kyrgios, un duelo de contrarios al estilo de los Borg-McEnroe

Fernando Rey Tapias

DEPORTES

MATTHEW CHILDS | REUTERS

07 jul 2022 . Actualizado a las 19:37 h.

No cabe duda de que, para los aficionados, presenciar una semifinal de Wimbledon entre Nick Kyrgios y Rafa Nadal es de lo más atractivo que se puede ver en el tenis actual. Probablemente el australiano exagera al afirmar que será el partido más visto de todos los tiempos, pero sí es cierto que el pulso de dos jugadores tan distintos y de personalidades tan contrapuestas no se daba, en un escenario y en un torneo tan importante, desde los duelos de Borg y McEnroe en los 80. Pero para disfrutar de este enfrentamiento es necesario que remita la lesión en el abdominal que padece Rafa. Para competir sin correr el riesgo de que la lesión se agrave y condicione su futuro, añadiendo otro problema a la lesión crónica del pie.

Un ejemplo en valores contra alguien que desprecia todo

Nadal ha desarrollado su trayectoria siendo un ejemplo de deportividad y de los valores que le han convertido en un icono mundial. El australiano lo ha hecho con un absoluto desprecio por el deporte que practica, con una falta de respeto a rivales, árbitros y espectadores que ha provocando siempre situaciones desagradables en sus partidos.

Rafa siempre ha sido un ejemplo de superación, entrenando siempre para mejorar su nivel. Y Kirgios siempre ha pasado del entrenamiento necesario para mejorar, y se ha jactado de ello.

Rafa siempre ha sido correcto y humilde, respetuoso con todos sus rivales, mientras Nick se pasa sus partidos provocando y creando polémicas.

Además de las personalidades tan extremadamente opuestas, en lo tenístico también son muy diferentes: Rafa ha tenido que trabajar mucho el saque y mejorarlo para poder competir al máximo nivel con rivales que le superaban en este golpe. El australiano, al contrario, es un sacador nato, que consigue muchos puntos gratis que le garantizan jugar los restos con más tranquilidad.

Efectos contra golpes planos

Los golpes de Rafa se basan en los efectos que imprime a la pelota, mientras que los de Kyrgios son mucho más planos y ejecutados con swings muy cortos.

Todos los rivales de Nadal saben que lucha por ganar todos los puntos, es un competidor nato, dotado de una fortaleza mental fuera de lo normal. Por el contrario, los que han jugado frente al australiano no saben qué rival van a tener enfrente: si el que complementa su gran saque con golpes de gran clase, o el personaje desagradable que desprecia su profesión y tira partidos porque no le apetece jugar.

Este año, Kyrgios, consciente de que ha desaprovechado muchos años sin conseguir los resultados que sus cualidades tenísticas posibilitaban, ha llegado a Wimbledon, el torneo en que su tenis es más efectivo, más fino y preparado que nunca, y con el objetivo de demostrar que cuando quiere puede ser el mejor. Tiene un parcial negativo de 6-3 en sus enfrentamientos con Rafa, pero ya le ha ganado en Wimbledon, y es de los jugadores que no solo no temen enfrentarse al manacorí, sino que les motiva especialmente hacerlo.

Ojala que la lesión de Rafa no le limite demasiado, porque el nivel y la moral de su adversario le va a exigir jugar su mejor tenis para ganarle. Jugar limitado en Wimbledon ante un sacador tan efectivo como Kyrgios, es una ventaja difícil de contrarrestar, pero si hay alguien capaz de convertir lo imposible en posible, ese es el español.

Como consiga defender sus saques, Nadal será el aspecto más importante del desenlace del partido.

Djokovic, claro favorito

En la otra semifinal, Djokovic es claro favorito ante Cameron Norrie. Para el británico, llegar a semifinal es ya un gran éxito. No tener nada que perder y jugar con el calor del público pueden darle alguna posibilidad, pero no creemos que el serbio, superado el susto que le dio Sinner en cuartos, deje escapar la oportunidad de asegurar su clasificación para la final. Novak es superior al británico en todas las facetas del juego y es consciente de la oportunidad que tiene de revalidar su título.

Toda la atención está puesta en el abdominal de Nadal: si le permite jugar; en caso de jugar, si le permite ser competitivo; o, en el mejor de los casos, que le permita jugar a su nivel habitual, con lo que podríamos contemplar un atractivo partido, y la posibilidad de una nueva final Djokovic-Nadal.

No cabe duda de que la presencia de un británico en semifinal, y el Kyrgios-Nadal hacen que hoy sea un día de máxima tensión en la catedral.