Una Eurocopa en O Couto

DEPORTES

Las futbolistas de la selección española atienden las instrucciones del seleccionador, Jorge Vilda
Las futbolistas de la selección española atienden las instrucciones del seleccionador, Jorge Vilda Pablo García | EFE

04 jul 2022 . Actualizado a las 17:54 h.

El fútbol femenino sigue acortando distancias con el masculino sobre el césped, desde los banquillos y en las gradas, pero el sueño de la paridad adquiere ritmo de tortuga en los despachos. La Eurocopa se inaugura el miércoles en Old Trafford y disputará la final el 31 en Wembley, magnos escenarios para un evento que en un suspiro ha avanzado hasta el horario estelar de las televisiones. En A Coruña, el Dépor femenino es mucho más que una alegría para despejar la cabeza de las vicisitudes del equipo de Primera RFEF. Riazor batió en el 2019 el récord de asistencia a un partido de la selección con más de 10.000 espectadores, y las blanquiazules, ahora en Segunda, han puesto la proa hacia esta cifra cada vez que han dejado la ciudad deportiva y han saltado a su estadio.

Ni Inglaterra ni la UEFA se han enterado. El campeonato ha despachado más de medio millón de boletos, el doble que en la cita de los Países Bajos en el 2017, pero los estadios llaman la atención por su modestia. Al margen del primero y el último, este campeonato se jugará, por ejemplo, en el New York Stadium de Rotherham (10.400 asientos), y el Leigh Sport Village de Wigan, con 7.800. Pero el más criticado es el Manchester City Academy Stadium, donde suele jugar el equipo femenino del City, para no más de 4.400 personas. Vamos, como si la Eurocopa se disputase en O Couto, donde caben unos 5.000 hinchas. «¿Es mejor tener un estadio con un aforo de 4.000 aficionados completamente lleno, o uno de hasta 20.000 con 6.000 en las gradas?», se defiende la UEFA, mientras recuerda que la asistencia media del último Europeo apenas superó los 5.000 espectadores. Es una nueva oportunidad perdida para que el deporte femenino rompa otro techo de cristal.