Xabi Rodríguez: «O reto Everesting no Ézaro foi o máis rechamante que fixen pola extrema rampla e a repercusión»

melissa r. s., t. l., a. l. CARBALLO / LA VOZ

DEPORTES

BASILIO BELLO

Habla el árbitro de Betanzos que ascendió al mirador de Dumbría 36 veces seguidas en bici, pese a que hace 9 años fue incapaz

29 jun 2022 . Actualizado a las 22:10 h.

«OEveresting no Ézaro foi o máis rechamante que fixen pola extrema rampla de formigón, única en Galicia, e a repercusión que ten a zona». Habla Xabier Rodríguez Campos, un árbitro de fútbol de Betanzos muy experimentado (42 años), que este martes logró completar el reto de ascender de forma acumulada los 8.848 metros del pico más alto del mundo, subiendo y bajando el conocido muro dumbriés 36 veces. Es la tercera prueba que hace de este tipo, muy consolidada por todo el planeta. Y es que, más allá de su principal pasión, que es la de pitar partidos de balompié, se confiesa un enamorado del atletismo y el ciclismo de fondo por asfalto. De hecho está a punto de completar los 20 maratones a la carrera. Siempre, a nivel aficionado.

La que es una de las cuestas que más fama ha cogido en los últimos años para los ciclistas, ya la había probado hace nueve años en un entrenamiento, pero fue incapaz de concluirla sobre las dos ruedas. Es algo que les sucede a menudo a muchos de los atrevidos que, alguna vez en sus vidas, intentan el ascenso, y que incluso a los coches les cuesta superar. También ha probado el Gran Fondo Ézaro, cita que vivirá una nueva edición el próximo día 10 de julio. Sin embargo, tras el esfuerzo de esta semana, asegura, entre risas, que no tiene pensado pisar Dumbría en los próximos «tres anos». En todo caso, un día después de la hazaña que él mismo considera «só para tolos», se mostró sorprendido por no sentir «dor nin molestias». «Estou ben», añadió. Todo es fruto, según expone, de la exigente preparación que hace, buscando las pendientes más inclinadas.

«É complicado porque pasas 36 veces ó carón do coche, o cal é moi tentador, e a paisaxe non varía. O duro é comezar. De feito, neste caso tiña medo de non concluílo. Pero despois vas mentalizado e en ningún momento pensei en abandonar», comenta. Cuando había recorrido más de la mitad de subidas y bajadas (en total fueron unas 16 horas de adrenalina), confiesa que empezó a molestarse en la espalda. Hizo el trayecto en bicicleta de carretera, que es «máis lixeira», dice, pero que, asimismo, cuenta con la desventaja de ser «menos flexible» en lo que al desarrollo del vehículo se refiere.

Xabi tiene publicado un libro de arbitraje y es un paciente anticoagulado.

La aventura acabó con un accidentado grave

Miguel Hortas, otro ciclista aficionado, en este caso de Cambre y de 35 años, también cumplió el reto con 35 vueltas. El de Betanzos quiso hacer un ascenso más por si fallaban los cálculos. El colegiado Marcos Ordóñez, de Malpica, también acompañó a los intrépidos en siete subidas y bajadas. Lo cierto es que cuando la noche ya asomaba y en el descenso final, uno de los corredores, que se encontraba solo, sufrió un aparatoso accidente. Perdió el control de la bici y se precipitó por un terraplén cercano al tramo de mayor desnivel desde unos cinco metros de altura. Quedó semiinconsciente hasta que pidió el auxilio de los otros deportistas. Tuvo que ser trasladado en ambulancia al hospital de Cee y este miércoles se encontraba ingresado con varias fracturas. Le esperan meses de recuperación por delante, aseguró Rodríguez Campos, quien señala la lluvia como posible causa del percance. «Non recorda moito do sucedido», añadió.