Desde que Antonio Quinteiro se hiciese con el control del Compostela en el año 2011, su mandato siempre ha seguido una línea muy presidencialista. Él fue el motor económico a lo largo de estos más de dos lustros, sobre todo en la primera mitad de esa singladura. Nada se hacía sin su aprobación.
Sirva como ejemplo una anécdota que remite a sus primera etapa, la que arrancó junto con Héctor Pardo y Juan Carlos Corredoira, a quien encomendó la parcela deportiva. Corredoira había llegado a un acuerdo con Fernando Vázquez para que se incorporarse al Compostela y se convirtiese en piedra angular de toda la estructura deportiva. El presidente no lo vio claro y frenó la operación. Fue poco antes de que el técnico fichase por el Deportivo, al que terminó ascendiendo a Primera División.
Los siete de la directiva
Antonio Quinteiro ya no participará en las decisiones del día a día del club. La gestión queda en manos de los siete compañeros que se fueron incorporando a la junta a lo largo de los últimos años: Ramón Castro, Javier García, Carlos Ferreiro, Ángel Espadas, Javier Ferreiro, Ignacio Lorenzo y Carlos Gesto. Todo apunta a que seguirán una línea más mancomunada. De hecho, no hay un nombre en el grupo que se signifique ya como presidente. O, si lo hay, han sabido resguardarlo.
No se sumaron a la junta todos al mismo tiempo, pero podría situarse el inicio de su ciclo con el cambio de timón que supuso la llegada de Yago Iglesias al banquillo.
De momento, la primera tarea en la que están centrando todos los esfuerzos es la recuperación del tiempo perdido, ya que durante el mes de junio el club se ha visto sumido en una situación de modo de espera, pendiente de que se concretase el desembarco de Jota Peleteiro.
Como quiera que esa opción se diluyó y el que se acabó yendo fue Antonio Quinteiro, ahora las decisiones corresponden a los siete directivos antes mencionados.
Los que vienen serán días para seguir avanzando en el capítulo de fichajes, para cerrar algunos flecos correspondientes a la temporada 21/22 y para lanzar la campaña de abonados, así como aprobar el presupuesto para el nuevo curso. El último se situó en el entorno del millón de euros y todo apunta a que la cantidad será bastante similar.