Pepiño y los ricos de toda la vida

DEPORTES

Mbappé
Mbappé DPA vía Europa Press | EUROPAPRESS

27 jun 2022 . Actualizado a las 05:00 h.

El club que ha aprendido a hacer trampas en el Fornite y el que las lleva haciendo desde que la pelota es redonda. Pero, en el fondo, las cuitas entre el PSG y el Real Madrid son tan viejas como las gorras de los porteros. Las vísceras huelen igual en la Champions que en la Liga da Costa. No hay que escuchar al presidente del último equipo de modestos de cualquier país del mundo para saber que, llegado al caso, su única diferencia con el discurso chuleta de Al Jalaifi radica en el precio del garrafón de colonia. Y en la acera de enfrente, igual. Solo que con vistas al paseo de la Castellana, en lugar de a un sembrado de maíz, y el espantapájaros como testigo mudo mientras abrevan los leones del carro de la diosa Cibeles.

El circo sigue de gira en las altas esferas del fútbol mundial, donde siempre habrá una estrella a la que endiosar, antes de que esta llegue a encargar siquiera al carpintero una vitrina para guardar sus trofeos como profesional. Ahora bien, a este paso los ganará por incomparecencia de sus rivales. El gran problema al que se enfrenta el fútbol mundial posterior a la era que Cristiano y Messi acaban de protagonizar se encuentra en la falta de relevos. Pero acerca de las congojas del futuro no comparecen los mandamases, a la gresca como están por protagonizar el diario papel cuché.

Al fútbol se lo va a cargar el aburrimiento, y no la sobreexposición. «Ahora solo oyes hablar de Mbappé y Haaland, no hay otros como ellos, si no aparece un chavalito así. Son los dos que hay. Si no, sería jauja. Dirían los clubes: ‘No voy a por Haaland ni Mbappé, voy a por Pepiño, que está en no sé dónde'. Pero todos se pelean por los mismos», se lamentaba Luis Suárez Miramontes en La Voz a primeros de este mes. En unos años, cuando el dúo de cracs del futuro se vaya de vacaciones, a Pepiño no le quedará otra que apagar la tele.