La magia de San Juan para el Racing

Carla Elías Martínez
Carla Elías FERROL

OPA RACING

JOSE PARDO

Se cumplen quince años del último ascenso del equipo a Segunda

24 jun 2022 . Actualizado a las 22:39 h.

«¡Estuvimos a punto de robarles la celebración en la playa de San Juan! Tenían ya la fiesta montada», bromea el exportero racinguista Queco Piña. La magia del solsticio de verano ha dejado dos partidos para la historia del Racing. La final de Copa en los años treinta y la última vez que el club ferrolano lograba el ascenso a la categoría de playa.

El Racing de hace quince años era un equipo espectacular, destaca el historiador Jorge Deza. Consiguió «En la eliminatoria contra el Alicante comprobamos que los milagros existen. Posiblemente sea el ascenso más dramático del Racing porque nadie lo podía creer», señala. En el partido de ida en A Malata, el Racing se impuso 2-0 con goles de Lamantina y Paco Corredoira. Pero sufrió de lo lindo la noche de San Juan en Alicante 1-0. «El Alicante tuvo ocasiones a punta pala. Fue increíble que en aquel partido no acabase eliminado el Racing. El Alicante llegó cincuenta mil veces. La emoción de ese ascenso fue el triple de lo normal por lo que se sufrió en esa eliminatoria» destaca Deza.

En aquel equipo estaban grandes conocidos de la actualidad. Ya hacían sus pinitos Pablo Rey y Álex López. Jonathan Carril fue uno de los protagonistas. «Recuerdo al equipo con mucho cariño. Llegué a Ferrol con la temporada ya empezada y se hizo un final de campaña muy bueno. Nadie contaba con el Racing en ese playoff, solamente el grupo y los entrenadores», valora. Carril anotó uno de los goles en la primera ronda de la fase de ascenso ante el Linares. «Son de esos partidos y recuerdos que se te quedan para siempre. Me salió un partido muy bueno, de ahí que finalmente terminase jugando en el Linares la temporada siguiente», comenta. Sobre la fase de ascenso reconoce que «fue muy dura». «Tanto Linares como Alicante eran equipos muy fuertes, con otros presupuestos y mucho más favoritismo», indica.

«Se sufrió»

Los jugadores reconocen que se sufrió de lo lindo. «Nos pasó en ambas eliminatorias. Los dos partidos de casa nos salió todo muy bien, pero sufrimos mucho fuera. En el encuentro de vuelta en Alicante, los primeros veinte minutos no conseguíamos salir de nuestro campo. Queco nos ayudó muchísimo», apunta Carril. El guardameta, que vivía su tercer año en el Racing tras el amargo descenso la campaña previa, recuerda cómo bombardearon su portería. «El Alicante salió muy fuerte. En los primeros treinta minutos hubo dos goles anulados, bien anulados por cierto, y nos metieron el 1-0. Llegaban por todos los lados. Parecía que tenían quince jugadores», comenta Queco Piña. Protagonizó muy buenas intervenciones. «Tuvieron siete u ocho llegadas muy claras. Recuerdo que paré dos mano a mano. El Alicante tenía un equipazo», alaba. Fue clave el haber llegado al encuentro decisivo sin la etiqueta de favorito. «Sabíamos que teníamos muchas opciones, habíamos pasado un año muy, muy malo y para nosotros era un premio. Nos agarramos al ascenso con uñas y dientes», señala el portero.

JOSÉ PARDO

Fiesta remando

Pero los ferrolanos se recompusieron y lograron la hazaña. ¿Cómo se celebró el ascenso? «Creo que ni nosotros ni el club contaba. Volvimos al hotel a cenar, cogimos el autobús y toda la noche de viaje para llegar a Ferrol. Eso sí, no dormimos nada. En la ciudad los cogió bastante despistados porque no tenían casi nada preparado», comenta Piña. Aunque la fiesta empezó en el propio césped. «Hay una foto muy famosa en la que salen haciendo una especie de conga, todos sentados en el campo, imitando como si estuvieran remando», destaca Deza.

Carril reconoce que «se valora mucho más lo logrado con el tiempo». Y Piña coincide: «En su debido momento parecía una obligación y no se le dio el reconocimiento que tenía. Parece que hay que ascender de calle, y es muy difícil», valora.

Ambos exfutbolistas están asentados en Madrid pero siguen de cerca la trayectoria del Racing. «He visto muchos partidos de Liga y el del Nàstic, que me recordó a nuestra eliminatoria. El Racing fue muy superior y tuvo muchas ocasiones, pero el portero rival, Manu García, estuvo muy acertado y al final se llevó la eliminatoria», señaló Piña. Cree que el club está desarrollando un «excelente proyecto» y hay que darle continuidad. «Conseguir que siga el bloque, gente que siente el club y conoce la filosofía, es la clave del éxito», valora el exguardameta.

Hace 83 años disputaba la histórica final de Copa ante el Sevilla

El influjo del solsticio de verano fue también el escenario de otro logro que forma parte no solo de la historia del racinguismo, sino de este deporte. El 25 de junio de 1939, en Montjuïc, el Racing jugó la, hasta el momento, única final de Copa ante el Sevilla. Los andaluces golearon 6-2 a los ferrolanos que habían logrado su pase a la final tras superar a Donostia y Barakaldo. «El Sevilla y el Racing eran los dos mejores equipos de España en ese momento. Tenía jugadores internacionales, algunos habían estado en Primera División.... Por eso llegó a la final. Pero el Sevilla tenía a una delantera potentísima», recuerda Jorge Deza, historiador de fútbol. La siguiente temporada se retomó la competición liguera y, «por los méritos contraídos durante la Guerra Civil, había sido subcampeón de España y estaba en Segunda antes de la guerra, volvió a la categoría cuando se reconstruyó la competición», explica. El Racing lograría esta temporada el mejor resultado de su historia centenaria, segundos en la categoría de plata.

«Histórico» y «grandioso»

Un encuentro «histórico» y «grandioso», ensalza Deza. «Son hitos que quedan para la historia y los anales del fútbol español. Por eso se eligió al Sevilla en el centenario, una especie de revancha. Había ganas de volver a repetir el partido más importante de la historia del Racing», valora. Recuerda que un temporal truncó el encuentro. «Vino el Sevilla pero no se había podido jugar porque volaron las cubiertas de A Malata», detalla. Una espinita clavada que de la que el racinguismo quiere disfrutar. Deza recuerda que se había hecho merchandising como bufandas con cada escudo.