A lo largo del último mes la Sociedad Deportiva Compostela solo informó acerca de las negociaciones con Jota Peleteiro en una ocasión, con fecha 3 de junio. Apuntaba que no era la primera oferta que llegaba a San Lázaro: «El club quiere recalcar que ha recibido durante los últimos 8 años no menos de 20 propuestas de diferentes personas físicas o jurídicas para hacerse cargo de la gestión de la entidad. Ninguna de estas proposiciones ha interesado, puesto que no cumplían con los requisitos que la junta directiva tenía en mente. En este sentido, desde el primer momento se ha querido preservar la identidad del club, sus valores y su imagen».
A continuación explicaba su postura: «La Sociedad Deportiva Compostela exigía dos requisitos básicos para aceptar propuestas de gestión externas: la primera, que tendría que ser alguien de Santiago o su comarca el que mostrase interés; y, en segundo lugar, que habría que evitar que fondos de inversión o agencias de representación con intereses especulativos se hicieran cargo de la entidad».
Y confirmaba las gestiones con la empresa de Jota Peleteiro: «Llegados a este punto, la Sociedad Deportiva Compostela está en disposición de anunciar que está muy cerca de cerrar un acuerdo definitivo con Rammalloc Sports S.L. para ceder la gestión del club y que se produzca el nombramiento de una nueva junta directiva. Las partes esperan que, en menos de una semana, se produzca el acuerdo y se inicie un proceso de transición que finalizará con el nombramiento de los nuevos directivos de la entidad». Algo se torció.