Jonathan Ospina-Betancurt: «La normativa de la FINA es retrógrada e imposible de cumplir»

DEPORTES

PACO RODRÍGUEZ

El experto en transexualidad en el deporte analiza las restricciones de la Federación Internacional de Natación a las nadadoras trans: «Implementan controles de los años 50 y 60»

22 jun 2022 . Actualizado a las 05:00 h.

La llegada de Jonathan Ospina-Betancurt, (Pereira, Colombia, 1984) doctor en Ciencias de la Actividad Física y el Deporte, a Galicia coincidió con un retroceso normativo para la población transexual. La Federación Internacional de Natación vetó a las nadadoras trans para competir en la categoría femenina. Una acción a la que se sumó, un día más tarde, la Liga Internacional de Rugby. Antes de su participación en la jornada Pensar con Orgullo III celebrada en el Consello da Cultura Galega, analizó lo que supone el nuevo reglamento para la natación.

—¿Qué opina de esta normativa?

—Académicamente, considero que tiene muchísimas carencias. No se han tenido en cuenta muchísimas situaciones y, sobre todo, el marco de actuación que propuso el Comité Olímpico Internacional (COI) en el 2021.

—¿Cuáles son esas carencias?

—Hay que tener en cuenta que es una normativa que retrocede el tiempo. Implementa controles que se habían completamente abandonado en los años 90. Un apartado de la normativa dice que todas las competidoras deben aportar un certificado de cromosomas a cada una de sus federaciones nacionales. A partir de ahí, empezamos nuevamente esa verificación de sexo. Parecía que habíamos avanzado y que estábamos en un momento no idílico, pero… esto estigmatiza nuevamente a este grupo de mujeres. Dicen que aquellas personas que sean transexuales de mujer a hombre, que no hayan usado testosterona, son bienvenidos en la categoría femenina; y aquellas mujeres trans que deseen competir en la categoría masculina, son bienvenidas. ¿Qué se cree la federación que son las personas trans? El objetivo de esta gente no es el resultado deportivo, sino vivir en armonía con en cuerpo, mente y sociedad. Esta normativa es una tomadura de pelo.

—¿Qué hay de los requisitos?

——Los que han puesto son imposibles de llevar a cabo, respecto a lo que hace la Federación Internacional de Ciclismo, que ha bajado los niveles de testosterona en sangre, 2.5 nanomoles por litro de sangre, algo que cualquier mujer transexual puede cumplir debido a su tratamiento hormonal. La normativa me parece retrógrada. Volvemos al siglo XX. Es imposible de cumplir.

—El presidente de la federación dijo que se podría hacer una tercera categoría abierta.

—En realidad no se crea ni se plantea nada. En el documento, que tiene 24 páginas, se anima a considerar la alternativa dentro de los propios deportes como eventos abiertos. Yo creo que se dijo lo de una tercera categoría para desviar el discurso y quitarle hierro a la normativa.

—En cuanto a España, ¿en qué afecta la ley trans en el deporte?

—Los hombres y las mujeres trans van a poder competir de acuerdo a su identidad. A nivel competitivo, tenemos que esperar a que todas las federaciones internacionales saquen los marcos de actuación. Aunque en España exista una ley de autodeterminación, si la propia federación deportiva no permite competir a las deportistas trans, no hacemos nada. Desde el domingo, ninguna mujer trans de aquí puede competir en un torneo reglado por la federación de natación.

—¿Ahora la normativa del COI ya no tiene potestad?

—La normativa del Consenso de Estocolmo del 2003 se cumplió con matices, pero había un mismo marco de actuación para todas las federaciones. Pero ahora... Es precisamente lo que se rompió el año pasado desde que el COI dio un paso al lado.

—Debería haber una norma global.

—La teníamos. El COI bajo mi punto de vista, se lavó las manos. Dijo que emitía un documento que es un marco de actuación en el que engloba diez principios de no discriminación, de la integración, del respeto… Sabíamos que era papel mojado, porque las diferentes federaciones internacionales iban a hacer lo que les diera la gana. Lia Thomas es un problema para el deporte y la categoría femenina y para todo aquello que represente el deporte trans. Lo que han hecho es quitársela de en medio. No solo es una mujer transexual, sino que bate récords, tiene una participación extraordinaria. Por lo tanto, está desafiando.