Red Bull le pinta la cara a Ferrari

David Sánchez de Castro MADRID / COLPISA

DEPORTES

AFP7 vía Europa Press | EUROPAPRESS

La victoria de Verstappen en Azerbaiyán hace saltar por los aires el proyecto de Maranello, Leclerc se hunde anímicamente y Sainz se queda como un mero figurante

13 jun 2022 . Actualizado a las 21:18 h.

Hay constantes que se cumplen de manera más o menos fija: que prácticamente cada semana se puede ver Pretty Woman en un canal de televisión, que el Real Madrid es favorito para la Champions League, que unas elecciones son la fiesta de la democracia y que nunca te puedes fiar de que Ferrari vaya a tener una temporada tranquila. En una campaña larguísima de 22 carreras, solo ha tardado un tercio en hacer volar prácticamente los cimientos de su proyecto para la campaña 2022. El dato es demoledor: Charles Leclerc ha logrado seis de las ocho poles posibles en esta campaña y solo ha logrado dos victorias.

Teniendo un F1-75 netamente superior (al menos hasta ahora), con los problemas de fiabilidad que ha tenido Red Bull, sin un compañero que le apriete las tuercas (a Sainz le ha costado desde el primer día adaptarse y aún está en ello), Leclerc ha pasado de ser el gran dominador a caerse no solo del primero sino también del segundo escalón. Hace tiempo ya se barruntaba: el peor equipo posible para tener como perseguidor es Red Bull y el rival más temible sobre el que defenderse es Max Verstappen. El neerlandés ya tiene prácticamente una carrera de ventaja en el liderato, solo si se cuenta a Sergio Pérez, pero ya dispone de un margen suficiente como para que Leclerc no le adelante en Canadá, pase lo que pase.

De ser un referente, a ser un candidato y hundirse. La ciclotimia de Ferrari es una característica endémica: Ferrari no sabe navegar por aguas tranquilas. Desde su fundación prácticamente, la Scuderia es una organización volcánica, que ni en sus años de mayor dominio gozó de una paz interna y externa. Lo ocurrido en Azerbaiyán ahonda en esta idea. No solo por el fallo de fiabilidad que tuvieron con sus dos coches, uno por un problema hidráulico y otro por una rotura total, sino porque se veía que no eran los grandes favoritos. En la primera curva, Leclerc dejó que Pérez le pasara y una pole que le convertía en el favorito se esfumaba. Ni siquiera cuando Red Bull falló con sus dos pilotos en las paradas en boxes, justo antes del abandono del monegasco, se les veía favoritos. Hay muchos factores que hacen que Ferrari entre en una ciclotimia constante en cada Gran Premio que afrontan. A diferencia de Red Bull o Mercedes en la época reciente, la esperanza de que encuentren un camino acertado y sin tropezones hace tiempo que se esfumó. Si no es una estrategia errónea, es un fallo en boxes, un toque con un rival, una mala salida o un despiste de conducción. No ha habido un fin de semana totalmente perfecto en el equipo italiano.

En cambio, sí lo han tenido en Red Bull a la hora de la verdad: este domingo es el mejor ejemplo. Cuando a Pérez le ordenaron no rebrincase porque Verstappen venía más rápido, él lo hizo sin mayores problemas (aunque no con placer). El doblete lo tenían en la mano y, desde el punto de vista del equipo, qué piloto quedase primero era relativamente irrelevante. Pero conscientes del tremendo mordisco que podían pegarle al Mundial de pilotos, lo lógico era primar la candidatura del vigente campeón. Esto solo se puede hacer si se tiene a dos equipos en una cierta igualdad de rendimiento. No es el caso de Ferrari (tampoco de Mercedes, donde George Russell le está mojando la oreja a todo un Lewis Hamilton), ya que Carlos Sainz no encuentra el paso adecuado. Como aquel que mueve las caderas al ritmo de una bachata cuando la música es una salsa, el piloto madrileño desaparece a la hora que es necesaria su ayuda. Pasó el sábado en la clasificación de Bakú, cuando no solo perdió la pole en el último intento de la Q3 sino que además fue rebasado por los dos Red Bull, y pasó el domingo, cuando en su salida apenas puso en peligro el tercer puesto de Verstappen hasta que abandonó.

Los días que van a pasar hasta Canadá van a ser complicados en Maranello. La imagen de los mecánicos y miembros técnicos del equipo recogiendo los bártulos antes de que acabara la carrera de Azerbaiyán lo dicen todo, ya que aparte de las prisas por irse cuanto antes hacia Montreal, tampoco querían ver el resto de una carrera en la que, una vez más, salían derrotados. Red Bull, como equipo, y en concreto Verstappen y Pérez como pilotos, les habían pintado la cara.