«Una infiltración no es un método de dopaje salvo que en esa inyección se administre una sustancia prohibida», recuerda la Semed, que reconoce que «relacionar conceptos de infiltración y dopaje es una incorrección y posiblemente esté destinado a sembrar la duda sobre la legalidad de los resultados de algunos deportistas». «Si una persona tiene pruebas o indicios de que un deportista se está dopando, debe denunciar el caso ante la autoridad competente como la Agencia Mundial Antidopaje, la Federación Internacional deportiva del deportista o la Agencia Nacional Antidopaje del deportista», reclama la junta de gobierno de esta entidad.
Dudas «malintencionadas»
«Esta Sociedad se congratula del interés de determinados ciclistas, especialmente franceses, en prevenir el dopaje y les anima encarecidamente a que continúen con sus esfuerzos para reducir el porcentaje de hallazgos analíticos adversos (que antes se denominaban positivos de dopaje), pero dando una información veraz, correcta y clara ajustada a la normativa antidopaje en vigor a nivel internacional y sin sembrar dudas respecto de deportistas que las cumplen escrupulosamente y que podrían parecer malintencionadas», concluye la Semed en su último punto. También recuerda este entidad que «las infiltraciones no están prohibidas en el ciclismo por la Unión Ciclista Internacional, tal como se ha indicado por algún deportista de nacionalidad francesa».