El Club Deportivo Lugo sufre una disyuntiva con aristas, con un claro cariz positivo y con otro claramente negativo: va a ser el equipo con más temporadas (once) consecutivas en Segunda División y los jugadores y entrenadores de diferentes temporadas siempre elogian el sobresaliente vestuario y la comodidad de la ciudad; y, por otro lado, apenas hay estabilidad en puestos trascendentales y nucleares como son el primer entrenador y el director deportivo. Hoy día, el Lugo no tiene primer entrenador del primer equipo, no tiene preparador físico tras la marcha de Carlos Menéndez (ex ayudante del «Profe» Ortega en el Atlético de Madrid y que sustituyó iniciada la temporada a Fran Albert, quién aceptó una oferta del Levante en Primera División), no tiene director deportivo tras la desvinculación acordada con Mauro Pérez y, por último, se ha marchado un profesional queridísimo como Álex Ortiz, el que fuera primer entrenador del filial este último bienio consiguiendo el ascenso a Segunda RFEF —Segunda B— esta misma primavera y unas semifinales por el ascenso en 2021.
El equipo lucense cuenta con una base muy importante de jugadores, la mayoría de ellos titulares o habitualmente titulares. Dos porteros, dos centrales, un lateral izquierdo, tres volantes y tres extremos. Al margen de otras renovaciones y fichajes que todavía no se han oficializado.
Hoy día, es necesaria la incorporación (o ascenso desde el segundo equipo) de un lateral derecho, dos centrales, un lateral izquierdo, dos mediocentros, un extremo zurdo y varios delanteros. También, muy probablemente, algún mediapunta o segundo delantero. Un futbolista, como dicen en Italia, «trequartista», una figura no especialmente necesaria en el dibujo táctico de la última temporada. Todo, al margen de que se oficialicen varios fichajes ya cerrados y varias renovaciones ya concretadas.
Desde la llegada de esta directiva, el club ha conseguido cuantiosos y sobresalientes traspasos. Un remanente económico impensable en el pasado lejano y en el pasado reciente del club. El proyecto se ha basado en jugadores jóvenes y con proyección abrigados y complementados por varios veteranos y/o experimentados compañeros. Solo falta la estabilidad más allá del césped. El resto de ingredientes ya existen.