El club no quiere desprenderse de él y duda si mantenerlo este año, cederlo tras ampliar su contrato o venderlo con opción de recompra
06 jun 2022 . Actualizado a las 05:00 h.Lesionado, tras haberse roto un dedo de un pie durante un entrenamiento al chocar con Ansu Fati, Nico González vive momentos de incertidumbre. Le quedan dos años más de contrato con el Barcelona, pero aunque inició el pasado campeonato con enorme protagonismo y lo mantuvo tras el relevo de Xavi por Koeman, lo cierto es que el nuevo técnico lo ha ido relegando poco a poco a un papel secundario que no entraba en los planes ni del futbolista ni del club.
Coincidiendo con el cambio de representante (el pasado mes de marzo dejó a Pere Guardiola y se enroló con el superagente Jorge Mendes) ha ido perdiendo protagonismo, aunque nada indica que tenga relación con el cambio de agencia.
Y en esta tesitura, recuperándose de la lesión, con el Barça hablando de incorporaciones para la medular y Xavi no tan convencido como la principio con el futbolista, llega el momento de tomar decisiones.
De momento, Nico no se ha manifestado públicamente. Su intención sigue siendo hacer carrera en el Barça. Llegó allí de niño, fue escalando categorías en dura competencia con algunos rivales más protegidos y llegó a cumplir el sueño de tener ficha de la primera plantilla —esta temporada comenzó con la del B pero se le cambió en enero—. Y su idea sigue siendo esa: triunfar de azulgrana. Se lo dicen la cabeza y el corazón.
Treinta y siete partidos disputados, 17 de ellos como titular y 5 completos, acumulando 1.691 minutos de juego y marcando dos goles son su aportación numérica, primero con Koeman y luego con Xavi. Además, según datos facilitados por Sofascore, es el futbolista sub-21 de las cinco mejores Ligas con mayor éxito en el porcentaje de regates y el cuarto, si se incluyen a futbolistas de todas las edades y con más de cuarenta intentos
Por encima de los datos, está su irrupción en la sub-21, siendo uno de los futbolistas jóvenes mejor considerados en la federación española.
Con Busquets, Gavi y Pedri fijos, habrá que ver qué pasa con Frenkie de Jong, y Kessié esperando para ser presentado, el club azulgrana negocia ahora la llegada del portugués Rubén Neves para luchar por un puesto con Busquets.
Y ahí entraría Nico, pues el Wolverhampton, propiedad del luso, solo estaría dispuesto a negociar con el Barça si el acuerdo incluye al coruñés. Lo que no está claro es si sería en condición de cedido o de traspaso con opción de recompra para el Barça.
Porque si algo tiene claro el club azulgrana es que, en caso de que decida que este año no siga, no quiere dejarlo escapar sin garantía de un posible regreso.
La primera gran apuesta de Laporta
Cuando Joan Laporta regresó a la presidencia del Barcelona, en marzo del 2021 el primer contrato profesional que firmó fue el de Nico, entonces juvenil. Fue en un acto público en el que estuvo incluso su familia. Tres temporadas de duración y quinientos millones de cláusula de rescisión fueron las grandes cifras de una operación que incluía dinámica de primer equipo. Meses después, Transfermarkt lo tasa en 20 millones de euros.
Su polivalencia (rinde de cinco, de seis o de ocho) puede, por momentos, jugar en su contra. Por su envergadura en donde mejor se encuentra es como sustituto de Busquets, pero con la llegada de Xavi, el capitán recuperó su mejor tono y se hizo insustituible.
Entonces, Nico fue adelantando su posición y siguió actuando, pero perdió peso en cuanto a minutos.
Esperando que Xavi hable claro
Sin embargo en la cúpula del Barça lo ven como un gran valor de presente y, sobre todo de futuro. Laporta y Alemany siguen apostando por él. Ahora, falta que Xavi diga abiertamente qué papel tiene reservado para Nico la próxima temporada y si esa apuesta por la cantera es total o parcial.
Según algunos medios, Real Sociedad, Betis, Valencia, Wolverhampton y Tottenham lo quieren, unos cedido, otros en propiedad. Así que sobre la mesa del Barça se abre un abanico de posibilidades que todas incluyen un futuro azulgrana, sin que esté descartada su permanencia el próximo ejercicio.
Nico es un valor en alza y en el Barcelona quieren que disfrute de minutos de juego y que siga curtiéndose. Él también quiere seguir creciendo pero sigue convencido de que, antes o después, triunfará en el Camp Nou. Es su sueño. Algo por lo que ha luchado toda su vida y seguirá haciéndolo.