El análisis de Fernando Rey Tapias: Nadal, una hazaña contra la lógica

Fernando Rey Tapias

DEPORTES

Se sobrepuso a las condiciones previas al torneo más adversas para él por la falta de títulos en tierra y su dolor en el pie, en otra lección magistral

06 jun 2022 . Actualizado a las 17:32 h.

Después de los sobresaltos producidos por su lesión en el pie, que ponían en duda no solo su participación en Roland Garros, sino en qué condiciones lo afrontaría; después de un sorteo desfavorable en el que Djokovic, Zverev y Alcaraz iban por su lado del cuadro; después de haber superado los obstáculos de Aliassime, el propio Djokovic y Zverev para llegar a la final, Rafa se merecía un último partido tranquilo, ante un adversario como Casper Ruud. Un rival en franca progresión, que tenía al mallorquín como ídolo y formado en su propia escuela, pero, como argumentábamos en el análisis previo, carente hoy por hoy de un potencial capaz de incordiarle, y más si hablamos de lograrlo en la Philippe Chatrier, el escenario de los mejores e innumerables triunfos de Nadal.

Castigo al revés del noruego con bolas altas

El partido comenzó con un 2-0 para Rafa, que castigaba el revés del noruego, pero sorprendentemente, el mallorquín cometió dos dobles faltas seguidas y cometió un error no forzado que devolvieron el break a Casper.

El encuentro tenía el mismo guion: Nadal jugado con continuidad bolas altas sobre el revés de Ruud, que trataba de buscar su derecha, algo que logró en pocas ocasiones. A pesar de no meter primeros saques y dar la sensación de moverse con menos soltura que días anteriores y sin pegar con la misma potencia, el español llevaba el partido sin grandes agobios, y logró romper nuevamente el saque de Ruud para apuntarse el primer set por 6-3.

Una tímida mejoría antes del acelerón del campeón

El comienzo del segundo set fue cuando Ruud aceleró su juego y logró en algunos momentos dominar en el marcador. Ayudado por otra doble falta de Nadal, que pasaba por sus peores momentos desde el inicio del partido, logró ventaja de 3-1. Ese momento fue el punto de inflexión en el tenis del español. Comenzó a moverse mejor, a anticipar, a imprimir más potencia y velocidad a sus golpes, y marcó la diferencia que existe hoy por hoy entre ambos jugadores. Consiguió ganar cinco juegos seguidos para apuntarse el segundo set por 6-3, y el tercero ya fue de una superioridad total. Para entonces, el aspirante era conocedor de que no tenía ninguna posibilidad de remontar el partido y el mallorquín, ya totalmente suelto, apuraba sus acciones para terminar como vencedor de un torneo de máximas dificultades para él.

Un referente de la igualdad en la entrega de premios

El final del encuentro, al igual que había sucedido con la salida de los jugadores a la pista, fue de gran emoción, con todo el publico coreando el nombre del español. La entrega de trofeos, ensalzada con la presencia de la norteamericana Billy Jean King, una leyenda del deporte, pieza clave con sus reivindicaciones de la igualdad de trato del tenis femenino, mostró la felicidad de Rafa, y también la de Ruud, contento por participar de un momento tan importante.

Había una gran expectación en el discurso de Rafa por si anunciaba que sería su último Roland Garros, pero acabó su alocución diciendo que lo seguiría intentando. En definitiva, una final muy tranquila con un final feliz para todos (Ruud contento de participar en su primera final frente a su modelo e ídolo), en el que Rafa logró sobreponerse a todas las circunstancias negativas para conseguir un nuevo éxito que parecía imposible.

14 Roland Garros y 22 grand slams destacando en un palmarés excepcional. Una auténtica locura, cuya valoración es mucho mayor por la superación de las lesiones sufridas, y por la ejemplar deportividad con que lo hizo.

Ahora, a disfrutar y valorar el futuro. Sea cual sea, lo que este deportista ha dado a este país es algo excepcional.