La frustración de Sainz, a «un Latifi» de ganar en Mónaco

David Sánchez de Castro COLPISA

DEPORTES

AFP7 vía Europa Press | EUROPAPRESS

El madrileño cuajó una gran actuación que casi tiene premio gordo, de no ser por el piloto de Williams, que no cumplió con la regla de los doblados

30 may 2022 . Actualizado a las 16:21 h.

Cuando David Coulthard, expiloto de McLaren y Red Bull, cogió a Carlos Sainz para entrevistarle nada más acabar segundo, el madrileño estaba serio. Acababa de igualar el resultado del año pasado, salvado los muebles para Ferrari (que sacaron el Stratego de nuevo con Leclerc) y además aflojando la presión sobre él. Había peleado con Sergio Pérez por la victoria y, aunque sin lograrlo, dejó claro que es candidato si se dan las circunstancias.

«Hemos hecho todo lo que teníamos que hacer, hemos sido pacientes con los neumáticos de lluvia, luego antes de cambiar a los de seco... pero quedarme detrás de un coche doblado me ha costado la victoria. Puedes entender la frustración, porque una vuelta buena saliendo del pitlane me habría dado la victoria, pero a veces este deporte es así», admitía. Ese doblado al que se refiere Sainz es un clásico en este tipo de situaciones, Nicholas Latifi.

En el vídeo onboard del Ferrari de Sainz se ve perfectamente la secuencia. El madrileño sale de boxes, se encuentra en pista el Williams del canadiense, con vuelta perdida, y lo adelanta. Lejos de quedarse atrás, como le obligaban las numerosas banderas azules (hasta siete comisarios las enseñaron) que le mostraron, Latifi se la devuelve antes del túnel después de que Sainz se viera obligado a salir a la zona sucia (y, en este caso, mojada) de la pista, lo que le hizo sufrir un conato de trompo. Dado que Pérez ganó con un escueto margen de 2,3 segundos y que Sainz llegaba con los neumáticos en muchas mejores condiciones, se puede decir que este incidente con Latifi le pudo costar la victoria perfectamente.

Es el enésimo problema que sufre Sainz cuando opta a victoria. Mientras a otros les salen bien las cosas, y sin quitarle un ápice de mérito a la numantina defensa del mexicano, Pérez se vio beneficiado por un piloto que ya había sido señalado por su inoperancia en numerosas ocasiones. De hecho, los fans de Lewis Hamilton no le perdonarán el accidente que tuvo en la penúltima vuelta del GP de Abu Dabi del 2021 cuando provocó un parón de la carrera y, a la postre, benefició a Max Verstappen. Corredores como Latifi, Stroll o Tsunoda (siendo el japonés el menos veterano y con mayor potencial de mejora) son considerados casi peligrosos para el resto de corredores.

El Plan de Sainz

Más allá de este incidente, Sainz dejó claro que aún puede sacarle las castañas del fuego a Ferrari. Tras la monumental pifia que cometieron en el muro de boxes con Leclerc, que tenía en su mano una victoria que hubiera sido de oro tanto en lo anímico como en lo puramente deportivo, el español se echó el equipo a las espaldas.

Incluso se atrevió a contradecir las órdenes que recibía por la radio, jugándosela a montar neumáticos de seco sin pasar antes por el trance de los intermedios de lluvia. Riccardo Adami, su ingeniero, aceptó esta decisión. La personalidad que Sainz muestra en cada carrera no se le puede reprochar, tanto cuando tiene el día como cuando no.

Después de siete carreras disputadas, Carlos Sainz ocupa la quinta plaza de la general, superado por un punto por el campeón de la regularidad este año, un George Russell que sigue contando los grandes premios acabados por top 5. No es el resultado deseado, pero los dos ceros consecutivos que ya tiene Sainz en su casillero son un lastre que es complicado de levantar.

La próxima cita, sin ser un circuito urbano al 100 %, también puede darle un buen rédito. El GP de Azerbaiyán, en Bakú, se presenta como un lugar donde los errores se pagan con un abandono (esa zona estrecha al lado del castillo del siglo XIII) quizá sea el lugar del «ahora sí» de Sainz, pero deberá tener cuidado y buen tiento. Está en una partida sin comodines ya, y Ferrari, que está empezando a caer en su endogámica esquizofrenia, va a necesitar de su calma y tempo. Sainz lo sabe: hacer planes solo implica atarse a un calendario que, por pura estadística, puede fallar. ¿O acaso no iba a ser el GP de España el lugar idóneo?