Carlos Sainz saca rédito del caos de Mónaco y de Ferrari

David Sánchez de Castro COLPISA

DEPORTES

DPA vía Europa Press | EUROPAPRESS

Sergio Pérez se llevó la victoria en las calles del Principado por delante del español y de Max Verstappen, con Fernando Alonso séptimo, su mejor resultado de la temporada

29 may 2022 . Actualizado a las 21:36 h.

El Gran Premio de Mónaco de fórmula 1 del 2022 no defraudó ni mucho menos, y ya desde el primer momento dio espectáculo gracias al ingrediente que se añadió a primera hora del día: la lluvia. Las temidas nubes descargaron una gran tormenta sobre el circuito que propició no solo un retraso de una hora sobre el horario previsto para que se tomara la salida, sino también un juego estratégico del que hubo un claro ganador, Red Bull, y un claro perdedor, Ferrari.

Sergio Pérez fue el beneficiado por Red Bull, al que le salió todo bien. El mexicano no era el favorito en la carrera, ya que Charles Leclerc salió en busca del fin de su maldición en casa y parecía que iba a llevarse la victoria con autoridad, pero una pésima gestión (otra) de la estrategia por parte de su muro le mandó fuera del podio. Esa radio gritando ya es uno de los audios de la temporada de fórmula 1, sin duda.

A Carlos Sainz no le afectó la decisión del muro de Ferrari, porque, consciente de que podía ser mejor, decidió desobedecer al equipo. A veces un acto de rebeldía sirve para un bien mayor, y Sainz prefirió no pasar de neumáticos de lluvia a intermedios y después a duros de seco, como hicieron con su compañero, sino que estiró el primer relevo con las gomas rayadas antes de pasar a las lisas. Los primeros compases con estos fueron complicados, porque la pista estaba fría y húmeda, pero conforme se hizo carril, Sainz emprendió el reto de intentar ir a por la victoria. Sin embargo, hacerlo en Mónaco, donde es casi imposible adelantar, era una tarea hercúlea imposible.

Con Sergio Pérez ya primero, la carrera dio un vuelco después de que Mick Schumacher acabase contra las protecciones de la zona de la piscina. El Haas acabó partido en dos, y las barreras techpro se vieron afectadas, por lo que después de varias vueltas tras el coche de seguridad, se desplegó bandera roja en pista. El parón permitió descansar a los pilotos, pero inmediatamente confirmó que no se iba a llegar al objetivo de las 77 vueltas. A diferencia de otros deportes, como el tenis, la fórmula 1 estableció hace años que los eventos solo podían durar un máximo de tres horas desde que se da la salida para evitar secuestrar la programación televisiva. Así, las seis de la tarde era la hora límite.

Protesta inútil de Ferrari

Con la reanudación parecía que iba a ser una nueva procesión. Sergio Pérez comandaba con relativa facilidad, Sainz iba detrás tranquilo pero sin opción a pelearle la carrera y Max Verstappen daba por bueno el tercer puesto, dado que Leclerc iba encendido pero impotente en la cuarta plaza. No fue hasta que restaban 10 minutos para el final cuando el desgaste de los neumáticos y el cambio de temperatura sufrido en el complicado asfalto de Mónaco hizo que las ruedas de Pérez empezasen a mostrar graining. Oportunidad de oro para Sainz, que le llegó a meter el coche varias veces, pero se quedó con las ganas.

El mexicano sacó rédito de los doblados, demostró que es uno de los mejores defensores de posición de la parrilla y se llevó a la postre su tercera victoria en fórmula 1, además de reivindicarse ante sus jefes. La victoria de Pérez con Verstappen tercero dejó con muy mal sabor de boca a Ferrari, que llegó a protestar oficialmente contra los dos por, presuntamente, haber infringido las reglas de los límites de la línea de salida de boxes para intentar una sanción que les descalificara. Otro de los que se reivindicó en esta carrera fue Fernando Alonso. El asturiano acabó desquiciando a Lewis Hamilton en su defensa de la posición, y aunque se vio beneficiado por los condicionantes de la carrera y del propio circuito, el asturiano se vio reforzado por un séptimo puesto final que es, además de su mejor resultado del año, la primera carrera de la temporada en la que acaba por delante de Esteban Ocon. El francés fue, además, sancionado por un toque con el propio Hamilton.