El rey de Europa reta al campeón en lucha por la undécima

Amador Gómez COLPISA

DEPORTES

Sergio Pérez | EFE

El Real Madrid y el Anadolu Efes se juegan este sábado el gran título en Belgrado, donde los blancos ganaron su última corona y se le abren las puertas a Heurtel

20 may 2022 . Actualizado a las 18:00 h.

El Real Madrid, el equipo más laureado del continente, reta este sábado al vigente campeón de la gran competición, el Anadolu Efes, en lucha por la que sería la undécima Copa de Europa de su historia (19:00 horas, Dazn). Cuatro años después de adjudicarse el equipo de Pablo Laso su décimo título en Belgrado, en la capital serbia se le presenta al Madrid la oportunidad de levantar otra Euroliga, un objetivo que parecía una quimera mediada la temporada y también tras la primera parte de la semifinal de la Final Four del jueves contra el Barça y que ahora es factible después de su gesta ante los azulgranas tras remontar 13 puntos.

Frente al Efes, que jugará su tercera final consecutiva aunque hasta el pasado año nunca había triunfado en la Euroliga, tiene además el Madrid una cuenta pendiente y ganas de venganza, después de que el conjunto turco eliminase a los blancos en los cuartos de final de la edición anterior. Entonces fue el exazulgrana Chris Singleton quien dio la puntilla al Real Madrid en el quinto y definitivo partido del cruce previo a la final four de Colonia, donde el Efes se encumbró en el partido decisivo ante el Barça con dos bases superlativos, el serbio Vasilije Micic y el estadounidense Shane Larkin. Micic fulminó el jueves al Olympiacos en el último segundo de la primera semifinal con un triple frontal estratosférico y Larkin firmó 21 puntos ante los griegos.

«Tanto Micic como Larkin son dos jugadores diferenciales, pero el Efes es un gran equipo, más allá de las individualidades. No pienso en parar a Micic ni en parar a Larkin», aseguró este viernes Pablo Laso, que en su séptima final four aspira a su tercera Euroliga como técnico madridista después de que su continuidad fuese puesta en entredicho durante otro curso muy complicado para los blancos. Las lesiones, las bajas por coronavirus, la dolorosa derrota sufrida ante el Barça en la final de Copa -hasta el jueves el Madrid había perdido los cinco últimos duelos directos frente al eterno rival- y los continuos traspiés en la Euroliga que pusieron en peligro incluso la clasificación de los merengues para cuartos, colocaron en la picota al entrenador vitoriano. Hasta que en esa eliminatoria que llevaba a Belgrado su equipo endosó un 3-0 al Maccabi y cogió «confianza» para la Final Four.

También los castigos a Thomas Heurtel y Trey Thompkins por salir de fiesta en Atenas agudizaron la crisis del Madrid, aunque, como consecuencia de la lesión de tobillo sufrida el jueves por Nigel Williams-Goss, el base francés apartado del equipo podría reaparecer casi dos meses después y disputar la final de la Euroliga. «Hay posibilidades de que juegue», sorprendió Laso cuando se le preguntó por Heurtel. Sin Williams-Goss, que solo duró 52 segundos en el Stark Arena de Belgrado, el también lesionado Carlos Alocén y el canterano Juan Núñez, el Madrid solo dispondría para la dirección de Sergio Llull, con la ayuda de Alberto Abalde, por lo que las puertas se han abierto de forma inesperada para Heurtel, después de que dos compatriotas suyos, Fabian Causeur y Guerschon Yabusele (18 puntos cada uno), se erigiesen, junto al base balear (15), en principales verdugos del Barça. En cualquier caso, dado el gen competitivo del Real Madrid, su orgullo y su carácter ganador, es el equipo lo que ha llevado al rey de Europa de nuevo a una cita tan trascendental y permite a Laso ser «optimista» contra el defensor del título dirigido por Ergin Ataman, en teoría, peor equipo que el Barcelona. Y la experiencia en un duelo de tal calibre también juega a favor del Madrid.