«El Deportivo Alavés renuncia a hacer cualquier tipo de taquilla extraordinaria con el último partido de su equipo en Primera para respetar la sensibilidad de nuestra afición en un momento tan delicado como es el descenso. Por eso, ha eliminado la venta por internet de las entradas y ha establecido, como han hecho otros clubes en situaciones parecidas, precios disuasorios», argumenta el club babazorro.
«El objetivo [con precios entre 120 y 150 euros] no es otro que evitar la mezcla de la tristeza de la afición local con la tensión, y alegría en caso de permanencia, de la afición visitante. El Deportivo Alavés no tiene nada en contra de la afición del Cádiz, más bien al contrario, como entendimos hace una semana que el Levante no tenía nada en contra de nuestra afición cuando tomó medidas similares a las que nosotros implantamos. Es una simple cuestión de sensibilidad y de seguridad», finaliza el comunicado.