Dembelé es la solución y el problema del Barça

Daniel Panero COLPISA

DEPORTES

Alejandro García | EFE

El francés está siendo imprescindible en los que pueden ser sus últimos partidos como culé

11 may 2022 . Actualizado a las 21:28 h.

Ousmane Dembelé se ha convertido de un tiempo a esta parte en la solución del FC Barcelona y también en el problema. El futbolista galo fue ante el Celta una vez más el jugador más desequilibrante del partido. Encaró, asistió, sirvió para romper el choque y desesperó a un equipo rival que no encontró la forma de pararle. Todo eso pasó mientras en las oficinas del Camp Nou siguen sin dar con la tecla para una renovación que parece que nunca va a llegar. Son quizá los últimos partidos de un jugador que se ha convertido en fundamental sobre el césped, pero en un quebradero de cabeza en las oficinas. «Marcar la diferencia no es solo hacer goles; es asistir, parar, defender bien. Él hace casi solo el 1-0 y luego le da otro gol a Auba. Ha marcado la diferencia cuando el equipo estaba peor, es un futbolista especial, diferente.», afirmó Xavi Hernández al ser preguntado sobre el rendimiento de Dembelé al terminar el partido contra el Celta.

Los elogios del egarense no son exagerados. El ex del Dortmund resolvió un partido en el que su equipo había quedado desdibujado con el cambio de sistema que él mismo había planteado. Del 4-3-3 se pasó a un 4-5-1 en el que los culés perdieron el control y en el que solo la magia del Mosquito fue capaz de sacar al Barça del atolladero. Dembélé fue la solución cuando una internada suya dejó por el camino, caño incluido, a Javi Galán y a Cervi. Fue una explosión meteórica que sirvió para dejar a Memphis Depay en posición inmejorable para batir a Dituro y fue solo el primer acto. Esa jugada se repitió a lo largo de todo el encuentro, una fuente inagotable que acabó generando también el tercer tanto y que pudo significar aún más dianas si el resto de compañeros en ataque hubieran estado más certeros. El rendimiento de Dembelé, máximo asistente ya de la Liga con 13 pases de gol, ha hecho que Xavi le considere ya una pieza fundamental en detrimento de su competencia en esa demarcación.

Adama Traoré llegó al Barcelona con la idea de ocupar su rol en el once, pero los últimos meses han demostrado que no es un jugador tan del agrado de su técnico. El internacional español ha disputado apenas 79 minutos entre los últimos once partidos de Liga, una cifra raquítica en comparación a los 868 que ha jugado el Mosquito en ese mismo lapso de tiempo, coincidiendo con el momento más decisivo del curso. La encrucijada del Barça El rendimiento del jugador, las palabras de Xavi alabando una y otra vez al futbolista y hasta la opinión de una afición que ha pasado de los pitos a la ovación en cuestión de meses han llevado a la entidad culé a estar en una encrucijada. El Barça todavía no ha cerrado la puerta a una hipotética renovación, pero los obstáculos existentes entre la situación económica que vive el club y las pretensiones de su agente Moussa Sissoko hacen que se trate de una operación complicada.