En resumen. Que con Nadal siguiendo su ruta de prepararse para llegar a punto en Roland Garros, ya tenemos otro ídolo para la afición española, y yo diría que mundial. Tenemos la suerte de contar con el jugador que encabeza el palmarés de grand slams, una leyenda, ejemplo de todo, y con mucho que hacer si no se lo impiden las lesiones, conviviendo en la élite con un jovencísimo jugador, de excepcionales condiciones y con una alegría y una naturalidad que encandila a los aficionados.
Aunque Alcaraz descansará Roma se presenta interesante, pero lo que no cabe duda es que París promete ser una de las mejores ediciones de Roland Garros de los últimos años. Y si las lesiones no lo impiden, además de Nadal habrá otro español con posibilidades de ganarlo. Rafa no podía tener un mejor relevo, aunque ojalá que ese relevo se retrase y ambos convivan en el circuito unos años más.