La eliminatoria ante el City dejó un reguero de teorías y análisis en los que ni los expertos en fútbol son capaces de desgranar estos extraños episodios madridistas
06 may 2022 . Actualizado a las 10:44 h.Hay algo de atávico en intentar explicar lo intangible. El fútbol moderno camina en sentido contrario, asido de la mano del resultadismo, pero incluso así es incapaz de sacudirse por completo cierta aura de paranormalidad. El Santiago Bernabéu fue testigo de uno de esos episodios. Y los expertos en el balón todavía le están dando vueltas. La octava remontada del Real Madrid esta temporada se precipitó en los últimos segundos de un partido que parecía de claro corte inglés. El City regresó a casa ojiplático. Y nadie se lo explica.
El portero madridista, Thibaut Courtois, lanzó su teoría, al nivel del «fútbol es fútbol» de Boskov (al que Guardiola se acercó con un «el fútbol es un juego imprevisible, es así, hay que aceptarlo»). «Solo hay una forma de comprender esto: Real Madrid», dijo el guardameta belga.
El exjugador internacional inglés Rio Ferdinand, comentarista del canal británico BT Sport, matizó: «Hemos asistido a un fútbol irreal en esta semifinal». El también comentarista y exfutbolista inglés Gary Lineker considera que el coraje madridista es el que le guía en el camino de las remontadas.
Esa es la sensación que se trasladó a los aficionados ingleses, que presenciaron desde la distancia el fatal desenlace (para sus intereses). «No había manera de predecir lo que iba a pasar», resumía el también británico y exmadridista Woodgate.
Psicología
Ancelotti, uno de los habitantes de un vestuario que sabe lo que se cuece en estas ocasiones, comenzó su análisis con cierto misterio. «El Real Madrid es especial, es inexplicable. Ha pasado algo raro en estas eliminatorias», dijo, pero pronto se puso serio para analizar los factores clave: «Cuando todo el mundo pensaba que el partido estaba acabado ha sido suficiente un pequeño detalle, una combinación y el gol. Hemos puesto toda la energía que hemos tenido. Para ganar este tipo de partidos también tienes que tener un poco de suerte. En la prórroga el aspecto más importante era el psicológico».
Un exdirigente del club blanco echaba mano de la historia para aclarar: «Es difícil de entender para el que no conozca la historia de este club, la forma de afrontar los partidos, el espíritu competitivo, la resistencia y la fe en el triunfo siempre. Es algo místico, parece que se conjuran todos los astros para que alguien sea capaz de hacer eso y ser capaces además de provocar, me imagino, ataques de corazón a la gente».
Muy lejos no debe andar de la verdad cuando el propio director de relaciones institucionales del club, Emilio Butragueño espetó tras el partido: «Un día se me va a parar el corazón».
El Buitre formaba parte de esa quinta que tantas remontadas europeas protagonizó. Manolo Sanchís era otro de sus integrantes, y parece haber dado con el origen de la leyenda blanca: «Desde aquella remontada contra el Anderlecht en 1984 (perdió en la ida por 3 a 0 y ganó en la vuelta por 6 a 1) hay una cierta magia en el Bernabéu en las competiciones europeas que permite al equipo salvar resultados que se alejan de toda lógica».
«En el Real Madrid hay algo más, aquello que no es tangible, y que supone una forma distinta de entender el juego. Esto no va en función del rival, porque en la Liga de Campeones todos los equipos son de mucha calidad. Está en la parte del Madrid. Todos los que juegan en el Bernabéu habrán oído que hay partidos que de forma heroica se acaban solucionando y ya vienen preparados a eso. Cuando te pasa ya puedes ser el mejor que no es fácil de aguantar», añadió el excentral.
«Con esta camiseta aprendemos a pelear siempre hasta el final. Estábamos casi muertos, pero con mi primer gol ahí… no sé, empezamos a creer un poco porque ya pasó otra vez», corroboró Rodrygo, el autor de los dos goles blancos que dieron paso a la prórroga. Valverde quiso aportar otro elemento más: «Creo que la afición fue de gran ayuda».
Para la final contra el Liverpool, la incertidumbre se reduce de inicio, tal como se encargó de recordar Ancelotti: «Al menos este partido comenzará con un 0-0 y no habrá que remontar desde el principio».
La visión de la prensa inglesa: los madridistas perturban el alma de Guardiola
«Emboscada en Madrid» (The Times). «Colapso en Madrid» (Daily Mail). «Es la locura en Madrid» (The Daily Telegraph). «Caos en Madrid» (The Guardian). The Sun optó por «Bernapow» (poder del Bernabéu). La semifinal de la Liga de Campeones fue una pesadilla para la prensa. Cambio de resultado en el último minuto. Prórroga.
Según informa Iñigo Gurruchaga, de Colpisa, Owen Slot escribe en The Times que «el Real ha hecho esto a menudo, no puede ser suerte». Otros medios subrayan la persistencia de caer en semifinales del Manchester City de Pep Guardiola y alguno lo atribuye a un gafe. El agente de Yaya Touré, que se marchó del Barça y del City frustrado con el entrenador, achacó en la noche del miércoles esas derrotas a un maleficio africano.
Los más sobrios señalan el impacto que tuvo la lesión de Kyle Walter y la necesidad de sustituirlo en la defensa de balones altos, también que Jack Grealish estuvo a punto de marcar dos veces antes del súbito vuelco en el marcador y que el mismo atacante citizen, que costó al club 117,5 millones de euros, no siguió a Dani Carvajal por la banda y permitió el cómodo y perfecto centro que Rodrygo convirtió en el empate de la eliminatoria.
Mejora de la Premier «¿Por qué les ocurre siempre a ellos?», se preguntan en el Daily Mail. Guardiola es considerado, como antes lo fue el francés Arsène Wenger al frente del Arsenal, como un entrenador que ha mejorado la calidad general del fútbol en la Premier, pero despierta antipatías de quienes le reprochan el enorme coste de sus plantillas.