Lo que no esperaba el sevillano era que el audio, que debería haberse quedado en los dominios de Piqué, terminaría llegando a las manos de Rubiales. Habría sido, según publica el medio digital, el propio catalán el que enviase el mensaje al presidente de la Federación. Consciente de la deslealtad que estaba mostrando a su compañero, le pidió al mandatario que fuera discreto. «Rubi, este es un mensaje que me ha enviado Sergio Ramos. Quédatelo para ti. Por favor, que sea confidencial», advirtió el jugador.
La respuesta de Rubiales no se hizo esperar. En tono de reproche, el presidente del organismo expresó: «No hace falta que me mandes nada porque no era el momento de hablar con Sergio [Ramos] en mi opinión».