Si bien la ida en Mánchester no nos dejó un buen sabor de boca, ya que vimos al Atlético sin golpear la portería contraria, sin atacar en ningún momento y, lo más preocupante, sin ninguna capacidad de sorprender a su rival, a través de alguna contra, la realidad es que el plan de Simeone, en cuanto al resultado, casi sale bien. Solo un mal ajuste en la táctica grupal y un golpe de talento de uno de los mejores jugadores del mundo (De Bruyne) le privó de las tablas.
Lo que veamos este miércoles creemos que va a ser similar de inicio, un Atlético defendiendo en su campo, esperando la opción de sorprender, sin desorganizarse defensivamente y un City dueño y señor del balón, que intentará, con su juego posicional, doblegar al rival en ataque e imposibilitar su salida, a través del pressing tras pérdida en campo contrario.
En cuanto a los estilos, de los que tanto se habla, los dos son tan lícitos, más allá de que te pueda gustar más ver jugar al City que al Atlético. Los dos estilos buscan ganar y competir. Lo que se le critica, lícitamente creo, a Simeone es que en Mánchester el Atlético renunció a todo, no compitió, no llegó nunca a portería contraria y no supo qué hacer las veces que tuvo el balón. Todos creemos que, con los futbolistas que tiene, algo estarán capacitados para jugar con el balón; y aunque, renuncie a tenerlo en mayor porcentaje —que el City siempre va a dominar—, cuando tengas la pelota, seas capaz de hacer daño al rival. Algunas pistas ha mostrado el Liverpool el domingo: por ejemplo, no jugar tan hundido, para tener menos metros que recorrer hacia portería rival.
Creo que el Atlético jugará con su 1-5-3-2 y que repetirá jugadores de la ida, ya que la línea defensiva de 5 jugadores funcionó. Esperamos que esta vez Joao y Griezmann puedan transitar y aparecer en área contraria. El City tiene la duda de un jugador importante como Fernandinho, que se retiró con problemas ante el Liverpool. Su sitio podría ocuparlo Gabriel Jesús, lo que obligaría a Bernardo Silva a retrasar su posición a la medular. Por lo demás, los dos equipos tienen un gran banquillo, algo que, en un partido cerrado, podría ser crucial.
Termino con una reflexión que hago en la Escuela de Entrenadores: muchas veces un equipo juega a lo que le permite el rival, defiende donde le obliga el rival y ataca como le deja el rival. Este miércoles es uno de esos partidos: un equipo, el City, usará esa jerarquía, y otro, el Atlético, tendrá que demostrar personalidad para neutralizar esa jerarquía y proponer estrategias que hagan de su estilo propio, un estilo competitivo para ganar al rival.