Un Mundial abierto
Una confianza reconstruida, el objetivo que se había marcado desde el jueves, en un escenario perfecto, un circuito que domina a las mil maravillas. «Terminar la carrera de esta manera es muy bueno. Sabía que para mí este es el mejor circuito para recuperar la confianza, por eso empujé para volver aquí, porque era un buen circuito para empezar otra vez. Ahora tenemos que entender dónde está nuestro nivel en los circuitos europeos, porque no creo que pueda luchar por las victorias todas las carreras. Otra cosa importante es que en un circuito que conozco muy bien, he visto muchos puntos débiles de mi moto y he podido empujar la moto y ha funcionado», añadía.
Márquez encara ahora el periplo europeo, que empieza en Portugal el fin de semana del 24 de abril, con la confianza restaurada e información sobre cómo mejorar sus sensaciones con esta nueva Honda. Y en una situación en la general no mala después de sus dos ceros, y tras cuatro carreras. «Lo que he aprendido es que con este campeonato, con estas motos, no puedes predecir un gran premio. No puedes llegar a una pista y decir 'en esta pista puedo ganar o puedo hacer top cinco'. No lo sabes. Durante el fin de semana necesitas aceptar dónde estás y si estás décimo, terminar décimo. Por supuesto, luego puedes asumir más riesgos porque mi objetivo es estar siempre en el podio», concluía. Y es que con este Mundial tan largo y que aún no tiene un dominador, los 40 puntos de desventaja respecto al nuevo líder, Enea Bastianini, no parecen ni mucho menos un hándicap insalvable para el campeón español, que parece haber salvado un momento complicado de este año.