Uno de los motivos por los que el Barça no mostró su mejor cara fue la ausencia de dos futbolistas capitales en la mejoría blaugrana. El Barcelona es ya un equipo que tiene un once definido y en el que solo baila el lateral derecho por las reiteradas ausencias de Dani Alves o Sergiño Dest. Ter Stegen, Araujo, Piqué, Eric García, Jordi Alba, Busquets, Pedri, Frenkie de Jong, Dembélé, Aubameyang y Ferran Torres es el equipo con el que los blaugranas saltarían a disputar la final de la Europa League, un clásico o un partido a vida o muerte. Con estos protagonistas copando la alineación, el Barça ha conseguido escalar en Liga hasta la segunda plaza, ha asaltado el Santiago Bernabéu y ha accedido a las últimas rondas de la Liga Europa.
El principal inconveniente que tiene Xavi al respecto es la aglomeración de partidos. El Barça disputa en el mes de abril un mínimo de siete partidos, ocho si consigue pasar a semifinales de la Europa League. Toda esta batería de encuentros obliga al técnico de Tarrasa a hacer rotaciones para que su equipo mantenga la frescura, pero deberá hacerlo sin que los azulgranas lo acusen como en el caso del duelo ante el Eintracht. Ese es el principal reto al que se enfrenta un entrenador que ya ha encontrado un once tipo con el que ir a la guerra, pero que está obligado a mantener a todos enchufados por si surgen imprevistos en forma de lesión o sanciones. Rotaciones sí, pero las justas.