
Manchester City y Atlético escenifican a la perfección las dos formas posibles de jugar al fútbol: pretendiendo ser mejor que el rival o forzando al rival a ser peor que uno.
Del City se puede decir que es un equipo de autor, donde la influencia ideológica de su entrenador es absoluta, y contracultural porque contradice todos los tópicos del fútbol inglés.
El sello de Pep Guardiola en el City le confirma, sin lugar a la duda, como el técnico más influyente en el fútbol mundial desde Sacchi. Si bien se pudiera poner en cuestión la dimensión de su trabajo en sus anteriores equipos debido a lo fastuosa de su plantilla en el Barça o a la hegemónica monotonía del Bayern, su impacto en el City y en el fútbol inglés es de un calado táctico tan provocativo y rompedor como acertó a definir un famoso cronista inglés: este fútbol hay que verlo con otros ojos.