Carlos Alcaraz, el chico de pueblo que deslumbra en Miami

Fernando Rey Tapias

DEPORTES

Geoff Burke

Completísimo, cerebral y valiente, con solo 18 años disputa una final inédita ante Ruud en el Masters 1.000 de Florida

02 abr 2022 . Actualizado a las 20:30 h.

Así es como le gusta que le llamen a Carlos Alcaraz: un sencillo chico de pueblo, que sigue pensando que es increíble que la gente quiera sus autógrafos. Pero, vaya si es normal que el público se los pida. El tenis en general, y los aficionados españoles en particular, están entusiasmados de ver a un joven de 18 años que lo tiene todo para deslumbrar a los espectadores con su juego y este domingo disputa la final del Masters 1.000 de Miami ante el noruego Casper Ruud (#Vamos, 19.00) después de superar al polaco Hubert Hurkacz por 7-6(5), 7-6(2).

Todos los recursos

Alcaraz es agresivo, atrevido, rápido, varía sus golpes alternando ganadores con sorprendentes dejadas. Sube a la red y volea como los grandes jugadores de antaño y, como le describe el propio Ruud, «tiene muy buena cabeza, entiende muy bien el juego».

Un 2022 mágico

Si a eso añadimos su autocontrol, capaz de no arrugarse si va por detrás en el marcador, y su gran deportividad en la pista, se pueden entender los extraordinarios resultados obtenidos desde que ha comenzado la temporada: en Australia avanzó sin ceder un set frente a Tabilo y Lajovic, antes de caer ante Berretini en el super tie break del quinto set; en Río de Janeiro ganó el torneo, tomándose la revancha ante Berrettini y superando a Munar, Delbonis, Fognini y Schwartzman; en Indian Wells cayó en la semifinal con Nadal después de vencer sin perder un solo set ante rivales como McDonald, Bautista, Monfils y Norrie.

El encuentro con Rafa fue durísimo y con un viento huracanado, que puso a prueba el autocontrol de ambos. Y lo apretado del partido, decidido por detalles le costó la lesión a Nadal, que llegaba a esa ronda tras superar partidos complicados.

El primer servicio

De aquel pulso solo me quedó la impresión de que Carlos tiene que mejorar su saque, sobre todo el primero, para conseguir puntos gratuitos, algo que es muy necesario en los duelos entre los mejores.

En Florida, todavía mejor

Tras la excelente imagen mostrada en el desierto californiano, en Miami, en la otra punta de Estados Unidos, Carlos ha reafirmado sus extraordinarias condiciones, superando a rivales de entidad y de los más variados estilos. Cilic, Fucsovics y Tsitsipas, (5ATP), no fueron capaces de hacerle un set, y el serbio Kermanovic, un muy buen jugador en franca progresión, le puso a prueba, para comprobar que es capaz de reaccionar en los momentos más difíciles.

En la semifinal se impuso en dos sets a Hurkacz, vencedor en Miami 2021 y que venía de ganar a Medvedev. El polaco reconoció luego el potencial del español: «Es una locura lo bien que juega». Ahora tiene ante sí, curiosidades de la vida, la oportunidad de ganar un torneo que falta en el palmarés de Nadal y, otra curiosidad, su rival en la final, Casper Ruud, tiene su centro de entrenamiento en la Academia de Rafa en Manacor.

El mejor noruego de la historia

Hijo de un profesional del tenis, que alcanzó el puesto 39 del ránking, Ruud, de 23 años, ya ha superado con creces los resultados de su padre, convirtiéndose en el mejor tenista noruego de la historia. Con una excelente progresión, Ruud, que ya está clasificado el 8 de la ATP, es de los jugadores más duros que uno se puede encontrar en el circuito y uno de los aspirantes a liderar el tenis de los próximos años.

Una final inédita, ya que ambos solo se enfrentaron una vez, el pasado año en Marbella, con triunfo claro del murciano por 6-4 y 6-2.

Crecido por el ambiente

Esta vez, todo va a ser diferente: la importancia del torneo, el impresionante escenario… Pero Ruud se ha curtido mucho en los últimos tiempos, y Carlos, que sería en teoría al que más podría pesarle su inexperiencia en finales de este nivel, ya ha demostrado que le encanta jugar en grandes escenarios con mucha gente, divertirse con ellos.

Los que le conocen en sus primeros torneos, coinciden en que jugaba mejor si las gradas estaban llenas, y se le nota el desparpajo que muestra en todas sus acciones.

En definitiva, que estamos ante una gran final en Miami, entre un representante de un país con poca tradición tenistica, frente a un «sencillo chico de pueblo», que con sus 18 años está deslumbrando a los aficionados de todo el mundo del tenis.