Morata se hace fuerte en la cooperativa goleadora de la selección española

Óscar Bellot COLPISA

DEPORTES

César Quian

El delantero superó ante Islandia la cifra de tantos que alcanzaron Di Stéfano y Sergio Ramos con el equipo nacional y dio otro golpe encima de la mesa de cara a Catar

30 mar 2022 . Actualizado a las 16:50 h.

La letanía de que España no tiene un nueve de garantías acompaña a la selección desde que David Villa puso fin a un periplo como internacional en el que registró 59 goles en 98 partidos. Sin el Guaje, máximo realizador histórico del combinado nacional, cada vez que la selección presenta problemas de efectividad de cara a la portería rival se recrudece el debate sobre la necesidad de un artillero de referencia. Entre quienes más han sufrido en carne propia el fuego de las críticas aparece Álvaro Morata, cuyos números desmienten a sus detractores. Ante Islandia, el delantero del Juventus dio un nuevo golpe encima de la mesa a menos de ocho meses del Mundial de Catar, donde tiene asiento reservado en la locomotora de Luis Enrique.

El atacante anotó en Riazor dos goles en tres minutos que tumbaron la moral de Islandia y elevaron su estatus en la lista de los matadores que han defendido la casaca de la selección. Desde que se estrenase hace más de siete años en un choque frente a Bielorrusia correspondiente a la fase de clasificación para la Eurocopa de Francia disputado en el Nuevo Colombino, el madrileño ha firmado 25 dianas en 52 partidos que le sitúan por delante de Alfredo Di Stéfano y Sergio Ramos dentro del top ten histórico de cañoneros de la selección. Más pronto que tarde debería adelantar a Emilio Butragueño (26), Fernando Morientes (27) y Fernando Hierro (29), los siguientes en una lista que encabeza Villa, por delante de Raúl González (44), Fernando Torres (38) y David Silva (35).

Ocho de esos tantos en la cuenta como internacional de Morata se circunscriben a la etapa como seleccionador de Luis Enrique, en la que ocupa el segundo lugar tanto en la clasificación de máximos realizadores como en la de futbolistas con más partidos disputados. En ambos apartados le supera Ferran Torres, con cinco dianas y un encuentro más que el punta cedido por el Atlético al Juventus, que se resarció en A Coruña de su sequía en Cornellà.

Puede que el hecho de que no marcase frente a Albania influyese en la decisión de Luis Enrique de que Morata fuese el único que repitiese titularidad en esta ventana de amistosos que ha elevado el ánimo con vistas a la Copa del Mundo, ha servido para agudizar la competencia pensando en la criba definitiva y, sobre todo, ha demostrado que la afición se ha impregnado de la ilusión que existe en el vestuario por hacer un papel destacado en Catar. Al fin y al cabo, los delanteros viven del gol y las dos últimas muescas en su revólver fortalecen a Morata dentro de la cooperativa anotadora del combinado nacional, que elevó a 25 su número de socios desde que Luis Enrique imparte órdenes con el ingreso de Yéremy Pino ante Islandia.

Compromiso máximo

El preparador gijonés reiteró al término de ese envite contra el bloque vikingo que España no necesita un delantero de 30 goles porque encuentra la forma de vacunar a los rivales «de otras maneras». Uno de los mantras del seleccionador es que tanto el ataque como la defensa son una responsabilidad colectiva. El grupo está por encima de las individualidades y no hay sitio para quien rehúya la parte que le toca en cualquiera de esos ámbitos. «El míster siempre nos lo dice, los delanteros somos los primeros defensas y esto es muy importante para el equipo. Es muy difícil jugar un partido completo siendo punta o extremo en la selección porque hay que vaciarse tanto que luego no se está fresco para llegar a gol», recordó Morata una vez consumado su doblete en Riazor. El compromiso del madrileño, con y sin balón, está fuera de toda duda. Por eso cuenta con el beneplácito de Luis Enrique, en las duras y en las maduras. «Morata se desvive por el equipo», remarcó el asturiano en A Coruña.

Tras perderse el Mundial de Rusia por una mala temporada en el Chelsea que le dejó fuera de la lista de Julen Lopetegui, Morata tiene depositadas muchas esperanzas en la Copa del Mundo que se celebrará entre el 21 de noviembre y el 18 de diciembre de este año. Disfruta de la confianza plena del seleccionador y apenas sufre competencia en el puesto de nueve, donde Gerard Moreno o Raúl de Tomás pueden ser un buen complemento.

Luis Enrique demanda mucha movilidad a sus atacantes y el vagón de los delanteros para Catar incluirá, salvo lesión, a Dani Olmo y Ferran Torres. Pablo Sarabia anda como un tiro desde que regresó al combinado nacional y Yéremy Pino ha irrumpido con fuerza. Si Ansu Fati deja atrás sus recurrentes problemas físicos, Luis Enrique no dudará en subirle a bordo. Pero solo un inesperado giro de los acontecimientos privará a Morata de cumplir uno de sus objetivos: ser el nueve de España en la cita estrella del año.