Héroes imberbes en medio de la vergüenza

DEPORTES

XOAN CARLOS GIL

27 mar 2022 . Actualizado a las 15:56 h.

La imagen de Gabri Veiga (19 años) jaleando a su afición es el reflejo del sentir de unos imberbes futbolistas que acaban de protagonizar una de las mayores humillaciones sufridas por su eterno rival en su historia.

La de los blanquiazules yéndose a por el porriñés, por el contrario, es la imagen de unos profesionales talluditos que, tras arrastrar por el césped de Balaídos el escudo del Deportivo, quieren defender su orgullo a puñetazos.

Fueron las dos caras de una jornada llena de actuaciones vergonzosas. La del genio al que se le ocurrió poner o noso himno mientras los futbolistas peloteaban y se sorteaban los campos. ¡Qué falta de respeto! La de quien permitió que los hinchas locales invadieran el campo para ir hacia la grada visitante en una imagen más propia de los noventa que actual. Y antes, durante y después, la de Borja Jiménez, víctima de su vanidad, que sigue dando muestras de incapacidad para reconducir la situación.

Fue claramente superado por Onésimo, que aprovechó el ataque de entrenador del abulense para lanzar a su equipo por las bandas en los primeros compases. Una vez que corrigió el desaguisado, Borja estuvo a velas vir. Solo tres cambios de cinco posibles en un partido en el que apenas durante unos instantes (cuando las lesiones hicieron venirse abajo a los locales) el Dépor mereció mas. Y, a la conclusión, se escudó en un error arbitral para justificar una derrota que, por mucho que él trate de disimular, no es una más.

Más allá de que lo mantengan en el puesto una semana más, Borja se dejó en Balaídos el poco crédito que le quedaba en el vestuario y en la plaza de Pontevedra. Mientras, Gabri Veiga sigue festejando, y con razón, un triunfo histórico y merecido. ¿Qué quieren, que pida perdón?