Nélson Monte, futbolista: «Cuando miré por la ventana había un tanque enfrente»

La Voz ALMERÍA / EFE

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Nélson Monte, a la derecha, el día de su presentación, acompañado por el director deportivo del Almería, Mohamed El Assy.
Nélson Monte, a la derecha, el día de su presentación, acompañado por el director deportivo del Almería, Mohamed El Assy. Carlos Barba

El defensa portugués acaba de llegar al Almería para jugar hasta final de temporada procedente del Dnipro ucraniano

23 mar 2022 . Actualizado a las 21:48 h.

El portugués Nélson Monte, que ha llegado al Almería para jugar hasta final de temporada desde el Dnipro ucraniano, dijo este miércoles que cuando miró por la ventana, «había un tanque enfrente» de su habitación, en referencia a la odisea de su salida de la ciudad en la que ha vivido desde el pasado septiembre.

«Fue de locos porque estaba en Turquía, llegué a Ucrania y a la una de la tarde salió la noticia que habían cancelado el campeonato por treinta días», relató a los medios del club almeriense el zaguero luso, quien aseguró que tras solicitar permiso para salir de Dnipro, «por la noche empezaron a caer bombas».

«Estaba durmiendo y escuché un ruido muy alto que no entendía. Cuando abrí la ventana, veo otra bomba y me digo: la guerra ha comenzado. Me bajé a mi coche con dos españoles y un brasileño y comenzamos a conducir», recordó.

Monte contó que durante el trayecto, que supuso tener que conducir 28 horas, recibieron la propuesta del presidente del club ucraniano para descansar en un hotel propiedad del mandatario, pero indicó que todo fue caótico y que en ese camino para buscar un país fronterizo sintió «miedo, mucho miedo».

«Cuando condujimos cerca de 28 horas seguidas para llegar a la frontera, desde Dnipro, vimos muchos tanques. Queríamos ir a Lviv (Leópolis) y después a Polonia, pero cuando íbamos de camino nos dijeron que a Lviv no, que estaba siendo atacada y giramos todo para ir hacia Rumanía», relató.

Nélson habló del terror por las continuas escenas de guerra, con «muchos aviones pasando por encima y las sirenas tocando en las ciudades». Como muchos occidentales, asegura no entender nada del conflicto y que solo sabe que «los ucranianos no merecen esto, porque hay muy buenas personas: mujeres, hombres y niños... Son cosas que recordaré toda mi vida», subrayó.

El central portugués, que comparó lo vivido como algo de película y que ha acogido a ucranianos en su casa en Portugal, aseguró: «Me duele mucho, me duele el corazón, porque hay niños de todas las edades y no sabes si mañana tendrán padre».