No es la primera vez que Barty abandona el tenis, ya lo hizo en el 2014, siendo una adolescente de 17 años, para dedicarse profesionalmente al críquet, antes de regresar a las pistas dos años después, cuando inició una progresión fulgurante que la llevó al trono mundial del tenis femenino.
El año de su despegue definitivo fue 2019, cuando logró en París su primer título de Grand Slam y se convirtió por primera vez en número uno del mundo, una posición que ha ocupado desde entonces durante 119 semanas. Barty ha logrado 15 títulos individuales y 12 de dobles en su carrera tenística.