En la planificación está el secreto para Rafa Nadal

Fernando Rey Tapias

DEPORTES

Rafa Nadal, durante su duelo con Carlos Alcaraz
Rafa Nadal, durante su duelo con Carlos Alcaraz DPA vía Europa Press

El fenomenal tenista español deberá controlar al detalle el calendario para proteger su físico de cara a los grand slam

22 mar 2022 . Actualizado a las 08:46 h.

Rafa Nadal ha completado un comienzo de temporada extraordinario, que le ha permitido ganar tres torneos consecutivos (entre ellos, un Grand Slam), y llegar a la final en el cuarto; una gran noticia dada su edad y teniendo en cuenta que venía de un período de inactividad forzoso por lesión.

Sin embargo, las molestias en su problema crónico del pie a lo largo del torneo de Indian Wells, y sus problemas en los pectorales en el partido contra Carlos Alcaraz, que le impidieron disputar la final en condiciones, constituyen un motivo de reflexión sobre si la planificación de que Rafa jugase cuatro torneos consecutivos fue la correcta. Veinte partidos seguidos, muchos con remontadas que exigieron un gran esfuerzo, son sin duda un riesgo, para un jugador cuyo principal objetivo son los Grand Slam y principalmente Roland Garros.

Rafa es un competidor nato y necesita partidos para alcanzar su mejor nivel. Por eso es más difícil planificar su calendario, variable en función de los resultados; pero es evidente que hay que proteger su físico de esfuerzos excesivos que pongan en peligro el llegar a la tierra parisina en su mejor forma.

En el torneo californiano, tuvo que esforzarse al máximo, ya desde la primera ronda, con una remontada heroica ante el joven Korda, y los partidos con Kyrgios y Opelka requirieron de su mejor versión y un desgaste físico importante.

En mi opinión, la semifinal ante Alcaraz ya excedía los riesgos de lesión y sobresaturación para Rafa, que en sus dos últimos duelos había dado muestras que su pie empezaba a protestar. Sin embargo, conociendo el carácter competitivo de Rafa, sería iluso pensar que iba a dar la posibilidad de que la gente pensase que tenía miedo a jugar contra el joven murciano.

Y la realidad fue que la semifinal entre los españoles, jugada en muchos momentos en condiciones casi imposibles por el viento, fue un partido de extrema dureza y altísimo ritmo. Alcaraz, que venía fresco, ganando con autoridad sus rondas anteriores, fue, como en él es habitual, agresivo desde el primer juego, en el que rompió el saque del mallorquín. Nadal no especuló en ningún momento. Actuó en una posición más adelantada que de costumbre, y se fajó en duros intercambios. El choque fue una lección de autocontrol por parte de ambos, capaces de soportar un viento huracanado que, sobre todo en el segundo set, hacía imposible el controlar la pelota.

La intensidad, unida a lo igualado del marcador, endurecieron el partido al máximo. Con empate a tres en el tercer set, Alcaraz tuvo una pelota para adelantarse, pero la perdió, y la experiencia de Rafa en este tipo de situaciones límite decantó a su favor el encuentro, aunque el de Manacor tuviese que ser atendido por unas molestias en el pectoral.

Estaba claro que el esfuerzo iba a pasar factura. Y si a ello unimos unas molestias adicionales que limitaban el golpeo de la bola con efectividad, la consecuencia fue que Taylor Fritz, protagonista de un gran torneo, no tuvo dificultades para imponerse en la final a un Rafa Nadal mermado para oponer resistencia al tenis fluido del americano.

Indian Wells 2022 será un gran recuerdo para Fritz, que ganó su primer Masters 1000, pero también la confirmación del enorme potencial de Carlos Alcaraz, que demuestra en cada torneo poseer una madurez y una gama de golpes que le hacen temible para cualquier rival. Explosivo de físico, ambicioso, con un ritmo de fondo trepidante, con excelentes golpes de toque, como la dejada y la volea, Carlos sigue asombrando por la rapidez con la que mejora tanto en sus golpes como en sus extraordinarias condiciones físicas y su autocontrol. Por poner un pero, su porcentaje de primeros saques ante Rafa fue escaso. Es su faceta más mejorable. La presencia junto a él de alguien tan equilibrado y con experiencia en este tipo de situaciones como Juan Carlos Ferrero garantiza un ambiente adecuado a su alrededor.

Para Rafa, creo que el torneo sobraba en su calendario, dada la victoria en los tres anteriores. A pesar de ello, sus remontadas y su competitividad siguen demostrando que no se rinde ante nada. Cualquier otro, posiblemente no hubiese jugado contra Alcaraz tras las molestias en el pie, ni disputado la final, imposibilitado de poder ganarla; pero su deportividad y su educación espartana le impiden rendirse ante las situaciones más desfavorables.

El comenzar el año con veinte victorias consecutivas no cabe duda que significa un hito importante a estas alturas de su carrera y algo digno de admirar por todos los aficionados. No obstante, habrá de cuidar al máximo la planificación para proteger su físico, desgastado en mil batallas y cada vez más necesario para conseguir sus verdaderos objetivos: los grand slam.