Personas vinculadas al presidente y jugador del Girona destacan su efecto en el equipo y en la Liga, a una semana de que juegue contra el Leyma en el Palacio de los Deportes de Riazor
14 mar 2022 . Actualizado a las 05:00 h.Hace semanas que en el entorno de la LEB Oro sitúa al Girona como candidato al ascenso a la ACB. Lo hacía incluso cuando ocupaba la penúltima plaza de la clasificación. La piedra angular que sostenía esta osada idea era la presencia de Marc Gasol (Barcelona, 1985), que bajó del despacho a la cancha para participar de primera mano en el proyecto que él preside. Ese que se enfrentará en el Palacio de los Deportes de Riazor al Leyma el domingo a las cinco de la tarde.
El equipo entrenado ahora por Jordi Sargatal ha elevado sus prestaciones en todas las facetas del juego. Por lo pronto, no solo ha salido de la zona profunda de la clasificación sino que se ha instalado en los puestos de play off por el ascenso.
En los ocho encuentros que lleva disputados, Gasol ha anotado una media de 14,4 puntos por partido (con una efectividad del 61,4 % en lanzamientos de dos y del 54,5 % en tiros de tres). Atrapa un rebote ofensivo por partido y 8,6 defensivos, regala más de tres asistencias y suma una valoración media de 25,4.
Fue demoledor en su arranque, firmando unos dobles-dobles que le proyectaban a lo alto de los principales ránkings de la LEB Oro, si hubiese disputado los encuentros suficientes.
DIEGO OCAMPO
«Si alguien puede empoderar a un equipo, es él y ahora»
Uno de los entrenadores que vivió de primera mano la explosión de Marc Gasol es el gallego Diego Ocampo. Se puede decir que fue de los primeros en creer en el mediano de los Gasol. Así lo hizo cuando era segundo entrenador del Akasvayu Girona en el año 2006, con un gran papel en la Copa del Rey, el play off de la ACB (eliminado por el Joventut de Ricky Rubio) y la segunda plaza en la Eurocup.
«Era el típico jugador físico, pero trabajó mucho su dieta y su condición física, bajo la presión de ser el hermano de Pau Gasol. Tiene un gran talento y una mano prodigiosa. Es un buen ejemplo para los chicos: el talento necesita de un gran esfuerzo», afirma Ocampo. «Siempre ha hecho mejores a sus compañeros. Pasa bien el balón desde el poste bajo, domina el fade away, da asistencias claras para bandejas o lanzamientos de tres muy fáciles y da ventajas siempre donde los compañeros son buenos», describe.
«Hay que recordar que le dieron el premio al mejor defensor de la NBA, algo que solo obtiene el que tiene un amplio conocimiento del juego y sabe colocarse bien. No es lo que anota, es lo que genera. Es una persona que hace un trabajo muy importante», añade. «La edad pasa para todos, pero su juego siempre se basó en la inteligencia, el conocimiento y el altruismo. El año pasado estaba jugando con LeBron James. Y lo ponemos en la LEB y en un club que es suyo. Si alguien puede empoderar un equipo es él y ahora», analiza. «Podría retirarse, pero como ama el baloncesto, quiere hacerlo llevando a su equipo a la ACB. También en eso es un ejemplo», concluye.
GONZALO GARCÍA DE VITORIA
«Es otra dimensión»
El extécnico del COB también se cruzó con el Girona del Gasol jugador. «Es otra dimensión para la LEB Oro, está muy por encima. No habrá otro de su calibre ya no te digo ni en la ACB. Domina muchas facetas, además del rebote, algo inusual en pívots grandes como él. Tiene buena puntería de tres, excelente visión de juego y una capacidad de pase increíble. Tácticamente, no puedes plantearte destruirlo. Si le haces trampas de dos contra uno, te sale desde el perímetro. No lo puedes tapar. Y, aunque lo lograses, destaparías al resto», analiza antes de destacar: «Él es el diferencial, pero el Girona tiene argumentos para ganar sin él. Es candidato al ascenso».
«Junto al Estudiantes, Granada, Palencia y el Leyma, es candidato porque en el play off será el coco. Sus dos bases tienen muchos partidos en la ACB y en la Euroliga, incluso en el Mundial. Hasta el entrenador del Estudiantes lo destaca por encima del resto. Contra el Palencia, juega treinta minutos. El parcial con él es de más treinta puntos y sin él, pierde por diez», explica.
GAIZKA MAIZA
«Se veía que jugaba contra niños pequeños»
El base del Melilla, antes en el Leyma, también sabe lo que es enfrentarse a Gasol en la LEB Oro. Perdió (78-71). «Venía de una lesión. Jugó solo tres minutos. Y se veía que jugaba contra niños pequeños. Hizo una valoración tremenda, casi un doble-doble...», recuerda. «Ve muchas cosas que nosotros no vemos, rebotea fácilmente. Le cuestan los desplazamientos laterales, claro, pero bajo el aro a ver quién entra a hacer una bandeja... Y eso que no va intenso ni mete la mano dura. No es que haga lo mínimo, es que lo hace fácil. Su cabeza va más rápido. Apenas con colocarse le es suficiente», añade. «Yo también me preguntaba si un jugador solo podría cambiar tanto. Pero también llegaron Fjellerup y Urtasun. Si estuviese en el top cuatro, sería favorito al ascenso. Habiendo empezado tan mal, a ver lo que les dura la gasolina. En una final four puede pasar cualquier cosa», concluye.
Tomas Pavelka, dos derrotas en siete días con dos equipos diferentes
Curioso es el caso del pívot eslovaco Tomas Pavelka. Marc Gasol se convirtió en su némesis de la noche a la mañana. Para ser más exactos, en la semana que fue del 10 al 17 de diciembre del año pasado. Primero, se enfrentó al presidente-jugador del Girona vistiendo la camiseta del Palencia. Y perdió (62-73). Los avatares del mercado le llevaron a fichar por el Palma, con quien justo volvió a jugar contra el Girona solo siete días después. El resultado fue similar: derrota (98-77).
Pavelka prefiere conservar el episodio como una anécdota en su carrera profesional. «Claro que será algo para recordar. No siempre tienes la posibilidad de enfrentarse a uno de los mejores jugadores del mundo. Y mucho menos dos veces en una semana, aunque yo no hubiese tenido mucho protagonismo ni hubiese jugado muy bien en ambos casos», dice. «No estaba nervioso, pero sabiendo que me enfrentaba a él, tenía una sensación rara, como más motivado», matiza.
«El Girona es un gran equipo, con Marc o sin él, pero creo que también aporta un punto más de confianza y motivación a todo el grupo. Se nota que es distinto, que tiene mucha calidad. No es un pívot cualquiera», describe. «Sabe bien dónde y cuándo situarse, tiene mucha experiencia. Además, de él dependen muchas cosas en el juego del equipo. Tienen buenos bases y tiradores que se ven beneficiados por sus acciones. Si te centras solo en él, les dejas libertad a ellos», advierte.
Albert Sabat, base del Girona: «Una grandísima ilusión»
El exjugador del Obradoiro es ahora el base del equipo de Gasol. «Es una grandísima ilusión estar con él, ya desde que apenas se entrenaba con nosotros, así que jugar... ya te puedes imaginar. Estamos muy contentos. Aunque hayamos jugado en la ACB, él es especial, no es un jugador más. Aportó desde el primer día. Hay que ver los resultados», asegura.
«Su incidencia en el juego es muy grande, es uno de los mejores del mundo en un puesto que tiene mucho peso en un equipo. No solo por lo que aporta directamente, sino por lo que hace mejorar a los demás. El otro día se cerraban en la zona con él, lo que dejaba a los tiradores liberados. O arrastra gente. Encima, es un excelente pasador, nada egoísta», añade.
«Hacemos finales mejores. Y el equipo ha cambiado bastante desde el inicio de temporada, es diferente y mejor», concluye.