El miedo escénico

José Velo Gantes

DEPORTES

AFP7 vía Europa Press

10 mar 2022 . Actualizado a las 17:02 h.

El Real Madrid-París St. Germain puso de manifiesto, una vez más, la decisiva importancia que tiene la mente en la interpretación de las situaciones de un partido por parte de los futbolistas y de los entrenadores, además de los aspectos tácticos-técnicos (el Madrid no cambió de sistema, pero acertó con la entrada de Camavinga y Rodrygo y la posición de Modric, que le dieron un impulso a su juego). El PSG dio un recital en la primera parte, pero a raíz del minuto 60, cuando encaja el 1-1 fruto de un error grave de su portero y la fe de Benzema, el panorama cambió radicalmente.

Desde el punto de vista únicamente psicológico, influyeron al menos tres causas. En primer lugar, la Liga francesa es poco competitiva y este equipo está habituado a ganar fácilmente, con lo cual sus jugadores no están acostumbrados a manejar la presión ante situaciones problemáticas y tan complejas como las del miércoles, apareciendo en sus mentes dudas, incertidumbres, ansiedad, el miedo escénico, en un estadio famoso por sus remontadas históricas, con un público entregado y confiado, que al igual que los jugadores tenían plena confianza en pasar.

Tanto dentro como fuera de las competiciones, al cerebro le encanta centrarse en lo negativo, en los errores; y especialmente, cuando un equipo está compitiendo bajo una gran presión, al cerebro le gusta centrarse en los fallos y pensar en sus posibles consecuencias. Los pensamientos negativos afloran en la cabeza de los jugadores muy rápidamente (en milisegundos), mientras que el deporte en sí funciona en segundos. Todo este cóctel puede dar lugar a una bajada espectacular de la autoconfianza y conduce a un bajo rendimiento, a la frustración y a seguir cometiendo más errores importantes (como así sucedió el miércoles).

En segundo lugar, el PSG no supo gestionar las emociones, cuestión fundamental, que van a cambiar dependiendo de las reacciones y de las conductas que realicen los jugadores ante ellas.

En tercer lugar, en un deporte colectivo y en un partido de tanta trascendencia, tiene mucha influencia el carácter individual y colectivo del equipo. El individual de un futbolista suele estar ligado al sentimiento de pertenencia, de conocer la historia del club al que representa, tomarla como propia y pelear por ella. Los jugadores del Madrid están empapados en el mantra «somos el Real Madrid», les enseñan a identificarse con el club, le dan valor a lo que representa a nivel deportivo y social, tienen grabadas en sus mentes no rendirse hasta el final y, además, la historia les avala proporcionándoles expectativas positivas que pueden alcanzar. Todo ello favorecido porque la mayoría de la plantilla está formada por futbolistas que llevan mucho tiempo juntos, han tenido vivencias de todo tipo, y eso fortalece mentalmente y facilita la cohesión grupal, tan necesaria en situaciones complicadas, cuando las cosas no funcionan.

Absolutamente todo esto lo puede entrenar psicológicamente un equipo, lo cual no quiere decir que asegure el éxito deportivo al 100%, pero su influencia es sin duda muy importante y resulta decisivo cuando el nivel de los equipos es muy parejo.

José Velo Gantes es profesor de Psicología en la Escuela Gallega de Entrenadores de Fútbol y entrenador nacional de fútbol