Katy Guscin, exportera del Liceo: «He demandado al Liceo por impagos y discriminación»

Alexandre Centeno Liste
alexandre centeno A CORUÑA / LA VOZ

DEPORTES

ANGEL MANSO

Reconoce que las jugadoras en el vestuario «hablamos de plantarnos ante el trato desigual que recibíamos con los chicos, pero faltó acuerdo»

01 mar 2022 . Actualizado a las 16:49 h.

La discriminación que el Liceo brinda a su equipo femenino respecto al masculino se ha trasladado a los juzgados. Katy Guscin, exportera del conjunto coruñés, ha presentado una demanda contra la entidad por impagos y por el trato desigual que entiende que recibió respecto a los jugadores del primer equipo masculino. Así reza en el escrito admitido a trámite: «Las cantidades que el Hockey Club Liceo adeuda a mi clienta no son derivadas de una mala situación económica de la demandada, ni mucho menos, sino a que los recursos económicos de la demandada van destinados en primer lugar al equipo masculino y, si queda dinero, se destina al equipo femenino, produciéndose una clara discriminación por razón de sexo, toda vez que ambos equipos pertenecen a la misma categoría y todos son trabajadores de la misma empresa». Un trato desigual al que añade retrasos en los impagos, viajes en furgoneta o no disponer de servicio de lavandería, a diferencia del equipo masculino de la misma categoría.

«Después del ascenso del año pasado, iniciamos esta pretemporada con mucha ilusión. Desde el club se transmitió además que iba a haber un trato igual respecto al masculino. Incluso se pidió para que jugáramos en el Palacio y que no hubiera diferencias. Pero pronto se vio que no era así. Tras el primer partido, nos dijeron, en un tono incluso jocoso, que no viajábamos en avión, sino en furgonetas. Dimitió nuestro entrenador, al que estábamos muy unidas y al que se le faltó al respeto por parte del club. Llegaron los impagos. Y eso, unido a cosas menores que arrastrábamos, hizo que, primero, diera un margen de tiempo a la directiva para ver si había una solución. No la hubo y presenté una demanda por impagos y discriminación», explica la jugadora coruñesa.

La joven meta no tiene duda de que el trato que recibe su ya exequipo es discriminatorio respecto al masculino: «Las cosas son o no son. No se trata de cómo uno lo tome, sino de lo que sucede. En aquel momento, nos reunimos en el vestuario y hablamos de plantarnos, pero no hubo acuerdo. Todo el grupo le trasladó el malestar a la directiva, que vino un día a reunirse con nosotras en el vestuario», expresa, antes de lamentarse buscando el porqué de la falta de solución: «Es posible que nosotras mismas seamos responsables de que eso no cesara. Creo que teníamos que haber mostrado en público nuestro malestar. Lo hablamos, pero no nos pusimos de acuerdo. Esto no es una sensación mía. Pero muchas compañeras están anteponiendo el hockey y jugar a otros valores», relata.

Ejemplos de discriminación

«Discriminación es que yendo a Cataluña el equipo masculino y el femenino, jugando el mismo día, ellos viajen en avión y nosotras en furgoneta; discriminación es que se tenga que dormir una noche en el aeropuerto, algo impensable en el masculino; discriminación es no gozar de los mismos privilegios; y no hablamos de sueldos, que eso pues lo aceptamos. Luego, podemos estar de acuerdo o no con denunciar todo esto y nos puede afectar más o menos. Pero no podemos negar que haya discriminación porque la hay».

Katy sale al paso asimismo de las explicaciones de los directivos del club, en tanto en cuanto, alegan que el equipo femenino no genera dinero: «Eso es mentira. No generaremos tanto como los hombres. Por eso ya cobramos menos. Pero hay subvenciones directas para el femenino y, además, hay familiares, amigos que se han hecho socios solo por ver nuestros partidos. Entonces, algo generamos».

A pesar de las enormes diferencias, para la portera lo más grave es el tema de los viajes, algo que asegura nunca sucedió en el club: «Yo ya estaba la otra vez que jugamos en la OK Liga y, con todos los defectos que podía tener la anterior directiva, siempre viajamos en avión. No tendríamos material ni otras cosas, pero viajábamos en avión. Porque las furgonetas son incómodas y peligrosas. Después de un desplazamiento en estos vehículos, tienes molestias durante días. Y, en un viaje, yo no había ido, pero las que fueron lo pasaron mal porque el conductor se quedaba dormido durante el trayecto», comenta con estupor.

Y en medio de esta situación, la guardameta menos batida del hockey español la pasada temporada antepuso su dignidad a disfrutar de la OK Liga una temporada más: «Creo que no podemos tragar con todo por mucho que nos guste un deporte. También hay que tener dignidad. Una cosa es ceder y ser flexibles, y otra es no ver la realidad», sentencia.

El grueso de la plantilla dice ahora que trabajará con el club para mejorar sus condiciones

A pesar de las numerosas quejas elevadas a la directiva y de las reuniones mantenidas en las que se abordó un posible plante ante lo que la mayoría de las jugadoras entendían como una discriminación del Liceo hacia ellas con respecto al primer equipo, el grueso de la plantilla femenina emitió ayer un comunicado respaldando a los rectores de la entidad.

En un escrito firmado por la mayoría de las jugadoras y los integrantes del cuerpo técnico, las liceístas sostienen las malas condiciones que tienen que soportar se deben a la maltrecha economía que atraviesa el Hockey Club Liceo.

«Entendemos la delicada situación económica que atraviesa el club y las consecuencias que ello provoca en el día a día de nuestro equipo. Somos conscientes de los esfuerzos que la directiva está haciendo y estamos comprometidas a trabajar de la mano del club para alcanzar las mejores condiciones», señala el escrito.

Sobre el viaje del pasado 12 de febrero, en el que tuvieron que dormir en el aeropuerto ante la falta de hotel, las jugadoras confirman la información publicada el pasado lunes por La Voz de Galicia, señalando que «la espera en el aeropuerto fue conversada y acordada entre todos» y que la foto que acompañaba la noticia «es privada del equipo, sacada de contexto y utilizada sin permiso».

La directiva lo reconoció

Cuando el pasado mes de noviembre, Carlos Loureiro dimitió como entrenador del primer equipo femenino por la discriminación que estaba viendo, la directiva del Liceo reconoció las quejas de las jugadoras y mostró su deseo de mejorar las condiciones. De hecho, el portavoz del club, Antón Baldomir, llegó a decir: «A ellas se les ha metido en la cabeza una diferencia de trato por ser mujeres que no existe», declaraciones que fueron recibidas con enorme disgusto en el vestuario verdiblanco.