Carlos Canal: «En el Euskaltel la palabra equipo cobra todo su sentido»

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Fundación Euskadi

La principal baza gallega para el ciclismo profesional de carretera vela armas para participar en la primera edición de O Gran Camiño

24 feb 2022 . Actualizado a las 16:59 h.

Carlos Canal (Xinzo de Limia, 2001) se ha convertido, pese a su juventud, en la principal baza gallega para el ciclismo profesional de carretera. Como típico producto de la Escola José Antonio Hermida, en Maceda, a su pasión por la bicicleta añade la versatilidad que lo llevó a ganar los títulos nacionales de ciclocrós y de la modalidad olímpica, en edad júnior, además de participar en distintas convocatorias internacionales. Con poco más de 18 años, fichó por el Burgos BH, debutando de inmediato y ganándose plaza en La Vuelta del 2021, en la que llegó hasta la meta final en Santiago de Compostela. En el 2022, sin perder su escaño en una formación UCI Pro Team, sí viró rumbo al Euskaltel Euskadi. Inició la temporada en Omán y se apresta a jugar en casa en O Gran Camiño.

—¿Cómo le fue en su primera carrera del año, metiéndose al esprint con Gaviria o Cavendish?

—Bastante satisfecho, siempre tienes dudas, porque me encontraba bien en los entrenamientos, pero hasta que compites no sabes dónde estás. Además me afectó el covid en diciembre, lo que entorpeció un poco mi preparación. Salvo el último día, que me caí a falta de tres kilómetros, cuando preparaba el esprint, terminé con buenas sensaciones, aunque no estoy al 100 %, ni mucho menos. De todos modos, lo importante es que no me hice daño y pienso que respondí a la confianza del equipo para que terminara las etapas por delante. Estamos al principio de la temporada y tenemos que ir paso a paso y sumando kilómetros.

—¿Fueron exigentes las condiciones en Omán?

—Ya sabíamos que pasar del invierno gallego a medias por encima de los 33 grados de temperatura te hace mella. Quieras o no, la forma de rodar con frío y muy abrigado es realmente distinta a lo que hicimos allí, con un calor seco y asfixiante en muchas fases de la carrera. En mi caso, además, descansé unos días después de La Vuelta y aunque volví a entrenar en octubre, la falta de competición se nota. Al final, se cumplieron los objetivos y ahora viene la carrera de casa. Aunque sea otra historia diferente, la ilusión es tremenda.

—¿Cómo enfoca una joven promesa gallega esta carrera con el perfil de O Gran Camiño?

—Es muy emocionante. Son carreteras en las que he entrenado y competido. Menos la crono y algunos tramos de la etapa de Vigo, conozco bien todo el recorrido. Además te encuentras a amigos y familiares, mostrándote su apoyo a lo largo de la carrera. Eso te anima a dar el máximo cada día, en un impulso extra que siempre viene muy bien encima de la bicicleta. A nivel más general, me gusta el diseño de Ezequiel Mosquera, su profesionalidad se nota en unas etapas muy exigentes y que serán del agrado de los aficionados. Creo que habrá mucha batalla.

—¿Ha sido complicado el cambio de equipo y acostumbrarse a la estructura del Euskaltel?

—En el Burgos me trataron siempre muy bien y mimaron el inicio de mi carrera como profesional, pero sabía que el Euskaltel era idóneo para seguir creciendo y avanzando en mi trayectoria como ciclista. Lo que no podía saber antes de tiempo es como funcionaba por dentro y, la verdad, lo que más me ha gustado es que aquí la palabra equipo cobra todo su sentido. Cada deportista apoya al compañero en lo que puede y la estructura también está concebida para que los más jóvenes podamos forjarnos con el paso de los años. Sin duda alguna, se están cumpliendo todas las expectativas hasta el momento.

—¿Y en cuanto a su rol dentro de la escuadra vasca?

—Desde que se interesaron por mi llegada, han confiado en mí, lo más importante para ellos es mi progresión, se nota que creen en ella y también es lo que yo estaba buscando para estos primeros años en el pelotón internacional. Me da lo mismo si tengo que trabajar para los demás o buscarme una fuga, pero incluso han contado conmigo para termine entre los veinte primeros en las carreras en las que sea posible. Es muy ilusionante, porque ya lo aposté todo al ciclismo de carretera, era lo que me atraía y estoy encontrando gente que también cree que estoy capacitado para eso. Por otra parte, incluso se preocupan en facilitarme las cosas para que pueda seguir estudiando. Para mí es importante terminar Ingeniería de la Organización Industrial, aunque tengo claro que ahora estoy en un momento en que el ciclismo es mi profesión.

—¿Regresar a La Vuelta es una de las metas de este año?

—Creo que en la pasada edición demostré que era un ciclista lo suficientemente sólido para completar una gran vuelta como esta. Estoy creciendo aún y, por lo que veo, cuentan conmigo para las primeras carreras importantes de esta temporada, espero responder a esa confianza y volver a entrar entre los elegidos para una de las grandes carreras del panorama internacional. Sería perfecto.