—¿Por qué no está satisfecha?
—Soy una persona que se exige bastante a sí misma. Lo digo siempre, y creo que es importante hablar de ello. Soy una jugadora que en mis pies puedo tener muchas cualidades, pero me falla mucho la cabeza. La parte mental la llevo bastante mal. Creo que las condiciones físicas que tengo dan para más de lo que estoy consiguiendo. Pero al final un jugador es lo físico y lo mental. Tú puedes ser muy bueno con el balón en los pies, pero si la cabeza no quiere, no quiere. Y al contrario. Tú puedes tener una cabeza muy buena, que si las condiciones físicas y técnicas son peores, vas a tener que trabajar en esa parte. Yo estoy constantemente luchando contra eso. Nunca estoy totalmente satisfecha.
El nivel físico del fútbol femenino nacional, un aspecto a mejorar
La gallega, después de haber disfrutado del balompié tanto en España como en Estados Unidos, analiza los aspectos más diferentes entre ambos.
—¿Qué diferencias encuentra con España en el fútbol femenino?
—Yo creo que, en general, me gusta más el fútbol europeo, el español. Pero sí que es verdad que, a nivel físico, Estados Unidos es mucho más superior. No creo que ningún equipo español pueda competir a ese nivel con los de aquí, están muy bien preparados. La diferencia la noté mucho en los primeros años, porque no te esperas que el cambio sea más grande. España, para convertirse en una referencia mundial en cuanto a fútbol femenino se refiere, creo que tienen que mejorar muchísimo en lo físico. Aunque en parte se está dando pasos muy grandes. Lo hablé el otro día con mi entrenador. En el momento en el que la selección española llegue al nivel físico que la selección estadounidense, creo que va a ser la campeona del mundo. Hasta llegar ahí, hay mucho trabajo detrás.
—Hay una creencia de que el fútbol femenino allí es más profesional.
—Yo creo que en parte también puede ser por la falta de conocimiento de vivir lo que hay aquí. Estados Unidos fue un poco un boom en fútbol femenino. Aquí las tratan como pueden tratar a los hombres allí en España. No de la misma manera, pero… de forma mucho más profesional. Jugando incluso en la universidad, el trato es mucho más profesional que el 90 % de equipos en España. Las instalaciones... todo, es mucho más profesional. Pero no tienen el mismo nivel que hay en España o en Europa. A nivel táctico, a nivel técnico… En el momento en que en Europa se consiga dar ese paso hacia la profesionalización, esas instalaciones, el miedo de gastar e invertir dinero en el fútbol femenino, se pondrán a un nivel muy por encima.