Benzema se alista a la batalla de París, sin el soldado Ramos, con Messi en el disparadero, Neymar de vuelta y Mbappé en el foco
14 feb 2022 . Actualizado a las 19:13 h.Tras dos meses largos velando armas desde desde que el polémico y repetido sorteo de octavos de final deparó una auténtica final anticipada, sirva esta vez el tópico, la batalla está servida en el Parque de los Príncipes, escenario este martes del duelo que quizá genere más expectación en Europa. Una cita repleta de alicientes, contrastes y dudas que enfrenta a dos modelos. Se miden un club-estado al abrigo de los petrodólares cataríes como el Paris Saint-Germain, capaz hasta la fecha de comprar todo lo que se proponga menos esa Copa de Europa que cada año se le resiste, y el Real Madrid, que apuesta por los cánones clásicos y desde ese romanticismo que le confiere ser todavía propiedad de sus socios, aunque con matices, presume de ser el equipo más laureado del mundo con esas trece orejonas inalcanzables para el resto.
En el primer plano de la escena de este pomposo circo, con todos los focos apuntándole, Kylian Mbappé, esa estrella de la que un buen día se enamoró Florentino Pérez, perseverante hasta encontrar el sí como respuesta y celebrar el galáctico matrimonio pese a estos tiempos tristes de covid, crisis e ingeniería financiera para cuadrar cuentas y objetivos. Todo se ha pospuesto por esta doble cita en el mejor escaparate mundial, pero se da por hecho que el delantero volará libre en verano hacia el club blanco, que se ahorrará el traspaso, pero convertirá a este parisino de 23 años en el mejor pagado del mundo, con un sueldo de unos 50 millones al año.
Es solo el primer asalto y el billete a cuartos no se expedirá hasta el 9 de marzo en el Santiago Bernabéu, salvo hecatombe de alguno de los contendientes que anticipe la resolución, pero la cita se las trae, con glamur y morbo desde todas las aristas del análisis. Nadie se quiere perder una noche histórica. Hace unos días los dos equipos lamentaban sus lesiones, pero unos y otros han experimentado una recuperación milagrosa en las últimas horas y ambos técnicos deben tomar decisiones peliagudas.
En el Real Madrid, Karim Benzema es el hombre. El francés se retiró en el duelo liguero contra el Elche (2-2) del pasado 23 de enero y, aunque se habló de una lesión mínima, pasaron las semanas y todavía no ha vuelto. Viajó a París y quiere jugar para brillar en su país, donde se le quiere por sus virtudes y se le rechaza también por su participación, según ha dictaminado el juez, en el chantaje del vídeo sexual a Valbuena, su compañero de selección. Lleva días sometiéndose a tres sesiones diarias de recuperación, pero apenas ha entrenado con el grupo. Carlo Ancelotti le necesita, ya que se trata de su jugador franquicia, autor de 17 goles en la Liga y cinco en la Champions, pero habiendo partido de vuelta sería un riesgo ponerle de titular. Por mucho que recomienden los médicos, la decisión final la tomará el futbolista. Y él quiere jugar. Una cuestión de sensaciones y deseos. Un serio riesgo de que la cicatriz en el bíceps femoral se reabra.
Bale vuelve a ser útil
Si el máximo goleador no fuese titular, resurge la figura de Gareth Bale. El galés errante, acusado por el madridismo de una falta de compromiso evidente, no participaba desde el triunfo ante el Betis del 28 de agosto en el Villamarín. Pero en La Cerámica generó peligro como delantero centro. El debate es enorme y Carletto, de regreso a París, se encuentra ante un dilema. Premia la dedicación, aunque tampoco la actitud de Jovic y Hazard es excelente, refuerza el centro del campo con otro centrocampista o juega la baza de Bale. El expreso de Cardiff tiene más peligro que ninguno, y su currículum, con dos Ligas y cuatro Champions, es excepcional. Su sola presencia amenaza a las zagas rivales, pero alinearle puede abrir grietas en el vestuario. El resto del equipo está cantado, con la celebrada vuelta de Mendy al lateral izquierdo, aunque tampoco juega desde hace tres semanas.
En el frente galo, solo Sergio Ramos se quedará sin poder enfrentarse por primera vez a su Real Madrid del alma, corazón y vida, aunque poderoso caballero es don dinero. Y es que dicen que el sóleo es muy traicionero. Di María parece a punto y hasta Neymar quiere subirse al carro. El brasileño se marchó lesionado en el tobillo izquierdo en el encuentro ante el Saint-Étienne del pasado 28 de noviembre, y no ha vuelto a disfrutar de protagonismo. Mauricio Pochettino, que según afirman en París será reemplazado a final de curso por Zinedine Zidane, santo y seña del madridismo, necesita su desequilibrio, poder intimidatorio, goles y gambeteos, pero alinearle será una locura.
Día especial para Leo Messi, estrella en innumerables clásicos y este curso apagado en la Ciudad de la Luz. Entre lesiones, proceso de adaptación y demás, su papel en el PSG está decepcionando. Mejor en la Champions, autor de cinco goles en cinco partidos, que en la Ligue 1, con solo dos goles y ocho asistencias en 14 partidos y 1.072 minutos. Unos guarismos casi ridículos para el siete veces Balón de Oro, entre los señalados por los hinchas ultras del PSG que toman el Parque de los Príncipes. Un antecedente halagüeño. La única ocasión que ambos equipos se cruzaron en esta ronda, el Real Madrid hizo historia al encadenar tres Champions.
Alineaciones probables
PSG: Navas o Donnarumma, Achraf, Marquinhos, Kimpembe, Nuno Mendes, Danilo, Paredes, Verratti, Di María, Messi y Mbappé.
Real Madrid: Courtois, Carvajal, Militao, Alaba, Mendy, Casemiro, Kroos, Modric; Marco Asensio, Benzema y Vinicius.
Árbitro: Daniele Orsato (ITA).
Hora: 21:00 h. Parque de los Príncipes de París.
TV: Movistar Liga de Campeones.