Los próximos retos del insaciable Rafa Nadal

Enric Gardiner COLPISA

DEPORTES

CHRISTOPHER PIKE

Con 21 «grand slams» en su casillero, el mejor tenista de la historia sigue empeñado en desafiar a la medicina y demostrar que aún le queda cuerda para rato

31 ene 2022 . Actualizado a las 15:49 h.

A sus 35 años, Rafa Nadal está empeñado en demostrar que aún le queda cuerda para rato. Su título en Australia da vida a un optimismo que estaba apagado desde que una lesión crónica en el pie le tuviera cinco meses en el dique seco. Si ha conseguido ganar en Melbourne, donde no triunfaba desde hace trece años y donde había perdido cuatro finales consecutivas, ¿qué más no podrá lograr Nadal en territorios menos hostiles? Con 21 grand slams ya en su casillero, el balear mira con optimismo a una temporada en la que no tiene mucho más que demostrar. En apenas un mes se ha asegurado abrochar dos títulos por decimoquinta temporada consecutiva. No falla desde el 2005 y la racha se extiende una campaña más con las capturas del ATP 250 de Melbourne y el Abierto de Australia.

Nadal se ha liberado de una presión enorme y que, en realidad, no recaía tanto sobre sus hombros. Todo el mundo esperaba que el 21 cayera primero del lado de Novak Djokovic. El serbio, el pasado mes de julio, estaba en posición de conquistar todos los grand slams del año, y acababa de batir a Nadal en su feudo de París. Solo Nueva York le separó de lograr algo inédito desde que Rod Laver lo consiguiera en 1962 y 1969.

La presión le derribó en aquel US Open y su decisión de no vacunarse le apartó en Melbourne. Djokovic, entre sus creencias y su pelotazo a una juez de línea en el 2020, ha retrasado, quizás para siempre, llegar hasta los 21 grand slams. Nadal, tras meses y meses sin competir, apareció sin el cartel de favorito en Australia y se llevó el título, algo que será muy diferente en Roland Garros.

Por mucho que el manacorense cediera en las semifinales el año pasado, su tercera derrota en la tierra batida parisina, volverá, si no hay contratiempos físicos, a ser el número uno para conquistar el que sería su decimocuarto entorchado en París, una marca estratosférica.

Antes, hay objetivos de menor alcance, pero también importantes. Su reaparición, tras un merecido descanso en casa, se producirá en Acapulco (México), del 21 al 26 de febrero. El balear ha ganado allí en tres ocasiones (el 2005, el 2013 y el 2020) y puede estrechar el cerco en la clasificación de más títulos en la historia. Nadal, con 90 entorchados, se sitúa a cuatro de Ivan Lendl y con cuatro de ventaja sobre Djokovic, que volverá a la competición en Dubái también la semana del 21 de febrero.

Federer está a trece de distancia, mientras que el que más ha logrado en la historia es Jimmy Connors, con 109 títulos en su carrera. Llegar a tales cifras parece una quimera, dado que Nadal se dosificará para buscar la gloria en los grand slams. Su colecta de títulos en los últimos años es la siguiente: En el 2017 ganó seis; en el 2018 se hizo con cinco; en el 2019 sumó cuatro; en el 2020 ganó dos y en el 2021, otros dos.

Por el camino se disputará también la guerra por los Masters 1.000. Djokovic domina en el total de títulos de esta categoría, con 37, uno más que Nadal y nueve más que Federer, que queda descartado ya para esta pelea. La próxima parada de esta batalla será en Indian Wells, el 10 de marzo, y dos semanas después en Miami, junto a París-Bercy, el único Masters 1.000 que añora el palmarés del balear.

Volver al número uno, casi imposible Montecarlo, donde Nadal puede sumar el título número doce, y Roma, donde oposita al undécimo, son plazas clave para poder acercarse y superar a Djokovic, que tendrá ventaja a partir del verano en la gira de cemento.

Más complicado parece volver al número uno del mundo, donde Nadal no está desde febrero del 2020. El balear posee ahora mismo 4.000 puntos menos que Djokovic (el equivalente a dos grand slams), aunque esta diferencia se reducirá a la mitad cuando el serbio pierda el 21 de febrero los puntos del Open de Australia del año pasado. Con la dosificación de Nadal, un retorno al número uno parece imposible.

Y por último queda el gran lunar de Nadal en el circuito, la Copa de Maestros, el título que nunca ha conseguido levantar. El cambio de sede, de Londres a Turín, cambia poco las opciones de Nadal, que siempre ha tenido que jugar este torneo en las peores condiciones para él, en cemento y bajo techo. Los seis títulos de Federer y los cinco de Djokovic son inalcanzables ya.