El equipo nacional español se encuentra en pleno proceso de reconstrucción. El comandante Agustín Casado ha sido el hombre que ha cogido el mando en plaza. Un central de corte moderno, con capacidad para lanzar, penetrar o pasar. En esa posición también ha llegado Ian Tarrafeta, unos años más joven que Casado y con un potencial de crecimiento notable. Iñaki Peciña ha pasado a ser el pilar del centro de la defensa junto a Gedeón Guardiola. Retoques importantes que han hecho de los Hispanos una selección irregular, aunque con picos de buen rendimiento tanto en la primera como en la segunda fase.
La defensa y la portería españolas serán claves. La falta de lanzamiento exterior, con un 6:0 echado atrás para tapar al pivote español, puede ser el talón de Aquiles frente a un equipo plagado de recursos.