Otro jugador que podría entrar en el efecto dominó producido por la salida de Dembélé es Adama Traoré. Xavi quiere un futbolista capaz de ensanchar el campo, que aporte desborde y que no suponga un gran desembolso para el club. En ese perfil encaja un jugador que ya conoce la casa y que podría llegar como cedido. El Barcelona tiene muy avanzadas las negociaciones tanto como con el Wolverhampton, club al que pertenece, como con Jorge Mendes, su agente, que estuvo el lunes en la Ciudad Deportiva de Sant Joan Despí para tratar la recuperación de Ansu Fati, futbolista al que también representa.
Otro de los focos a los que mira el Barça en estos últimos días de mercado es el de los laterales. Xavi quiere un recambio de garantías para Jordi Alba y en la agenda aparecen jugadores como Grimaldo o Tagliafico, dos futbolistas de perfil ofensivo que, por su procedencia, ya conocen a la perfección el juego de posición que el entrenador quiere implantar en el Barça. Son los últimos objetivos de un Barcelona que atiende al mercado pero que de reojo mira la situación de un Ousmane Dembélé que podría acelerar todas las operaciones.