No le queda más remedio. Seis jugadores del Real Madrid rebasan con creces la barrera de los 2.000 minutos desde que la temporada alzó el telón. Dos de ellos tendrán una tregua este jueves. Se trata de Courtois y Benzema, las figuras más determinantes, junto a Vinicius y Modric, en el arrollador transitar del equipo de Ancelotti. Lo normal sería que el técnico se guardase en la recámara la bala del croata, exprimido a sus 36 años, pero sigue siendo reticente a dosificar al brasileño. «Vinicius tiene que parar cuando lo veamos cansado, cuando no pueda mostrar sus cualidades en el campo o cuando esté lesionado. Darle descanso porque puede pasar que en dos meses pueda estar cansado, no. Cuando esté cansado no va a jugar. Ahora no lo veo cansado. Puede jugar», aseveró en la previa.
Bale vuelve al redil
Las bajas reducen el margen de acción de Ancelotti que, al margen de Courtois y Benzema, lamenta las ausencias de Asensio, Vallejo y Mariano, lesionados, así como la de Carvajal, positivo por coronavirus, y la de Militao, sancionado tras su expulsión en la final de la Supercopa, por lo que completó la convocatoria con Mario Gila, central del Castilla. Recupera en cambio a Bale, que podría volver a defender la elástica del Real Madrid 145 días después de su última aparición en la tercera jornada de Liga frente al Betis. Hazard, inédito en las tres últimas citas, también aspira a salir del ostracismo. Quienes tendrán minutos seguro son Lunin, el portero de la Copa, y Jovic, con la difícil misión de que el ataque no se resienta sin su gran referente.