Zach Monaghan, jugador del Leyma: «A Coruña es para mí más que baloncesto, es familia y mucho más»

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CESAR QUIAN

Hace siete años que llegó al equipo, que este domingo recibe al Almansa en el Palacio: «Ahora, en el club se respira vida, ha evolucionado»

22 ene 2022 . Actualizado a las 17:33 h.

Zach Monaghan (Palatine, Estados Unidos, 1992) es un coruñés con un deje de Illinois en su habla. Su implicación en la ciudad y en el Leyma es su seña de identidad. De cómo lo está proyectando esta temporada sobre el parqué reflexiona en voz alta. La siguiente oportunidad para disfrutar de este Leyma en la LEB Oro será este domingo (18.00 horas, LaLiga Sports TV) ante el Almansa en el Palacio de los Deportes de Riazor. El primer encuentro tras casi un mes sin competir por amplazamientos derivados de los positivos por el coronavirus.

—¿Cómo se encuentra?

—Bien. Pero con estas cosas del covid y los partidos aplazados... ya pasamos las Navidades demasiado tiempo sin jugar y perdimos algo el ritmo, pero para eso entrenamos, también. Y seguimos trabajando para cambiar.

—Quién se lo iba a decir cuando estaban a punto de batir un récord histórico de victorias...

—Es que en esta Liga todos tienen mucho nivel. Nunca puedes creerte ni muy arriba ni muy abajo, no te puedes creer las rachas. No ganamos desde hace dos meses y tenemos una mala estadística en los últimos partidos disputados. Así que en momentos como ahora tenemos que seguir trabajando, y no perder ni el sueño ni la calma. La temporada aquí es larga, y más con la pandemia. Claro que las sensaciones son distintas cuando ganas que cuando pierdes, pero mentalmente estamos bien. Es más difícil llegar al entrenamiento tras una derrota. Ganar lo hace todo más fácil, pero estamos aquí porque es nuestro trabajo. No hay que perder de vista el objetivo de la temporada, no hay que perder la perspectiva.

—¿Cómo afronta el siguiente partido?

—Con ganas de disfrutar delante de los aficionados. Veníamos de jugar sin público y ya solo por eso merece la pena cualquier esfuerzo.

—Mencionaba objetivos colectivos. ¿Pueden ser motivo de presión?

—No. Pero necesitamos ganar. Por nosotros mismos.

—¿Usted se siente a gusto?

—Estoy contento y bien. El proyecto del Leyma es distinto cada año, por las circunstancias. Mi mentalidad también evoluciona. Ahora estoy aquí para seguir creciendo, luchando con todos.

—¿Cómo analiza su relación con A Coruña y el club en los siete años que lleva en la ciudad?

—Yo cambié, desde mi llegada. Ahora, en mi tiempo libre hago más cosas y me interesa más la cultura gallega, coruñesa. Disfruto paseando a mi perro. Y conociendo Galicia, para integrarme más. Es un año más fuera de mi país, lejos de mis amigos y mi familia. Estoy en un momento de buscar mi dirección de todo en la vida. Aquí es en realidad donde quiero estar en este momento. Estoy muy contento.

—¿Se ve de nuevo yéndose?

—Bueno, todos queremos siempre dar un paso más, pero, para mí, A Coruña es algo más que baloncesto. Es familia, y mucho más. Es muy especial para mí. Crezco como jugador y como persona.

—¿En qué ha cambiado?

—Cuando eres más joven estás más centrado en las estadísticas, pero llega un momento en que quieres trascender a eso. Todo lo que quiero está aquí. Y me da la oportunidad de crecer.

—¿Tanto como para jugar en la ACB?

—Todos trabajamos aquí para eso. Quizás en un par de años. Los jugadores pensamos así: «Tengo un buen nivel para jugar en muchos sitios, puedo jugar en la NBA». Pero, en realidad, estoy muy lejos de eso. Y tanto en lo relativo al deporte como fuera de él estoy implicado al 100 % con el Leyma y A Coruña. Estoy donde quiero estar.

—¿Y cómo ha cambiado el club?

—Veo cómo ha crecido, cómo crecemos juntos. Es espectacular. En mis primeros partidos no había más de 500 espectadores. Y el club hace cosas muy buenas para crecer. No olvidemos que estamos en un país donde el primer deporte es el fútbol y es muy complicado para un club de baloncesto, que no sea el Barcelona, el Real Madrid o el Valencia, porque ellos arrastran la dinámica del fútbol. Y en el Leyma todos son gente de baloncesto. Ni aún poniendo el 100 % de tu parte y con todos los recursos tienes garantizado el ascenso. Esta Liga es muy difícil, pero también es ese su atractivo. Es una Liga de alto nivel, con una buena mezcla de jóvenes y veteranos.

—Hablando de veteranos, ¿cómo valora la llegada de Marc Gasol?

—Es un gigante. Es muy grande para la Liga su regreso. No tengo dudas de que el Girona llenará Riazor. Y eso está bien. Vamos a disfrutar y seguir trabajando. Mucha gente parece no interesada en el Leyma, pero vienen a un partido invitados y se enganchan. Me sucedió con mis vecinos. Y eso es crecer con las cosas pequeñas de cada día. Son esas cosas las que marcan la diferencia, más allá de ganar el play off. Puede que para el profano no se mueva nada en el club, pero desde dentro se ve que evoluciona y yo aprendo cómo hacer las cosas. En el club ahora se respira vida. Hay jugadores con sus familias, con niños...

—¿Se ve en un despacho, pues?

—Pienso en ese tipo de cosas, o en ser entrenador. Pienso en un futuro alrededor de eso, mi tiempo libre lo oriento hacia ahí, pero ahora me concentro en ser jugador, porque es mi sueño desde niño y si no me entrego ahora a él, ¿qué hago aquí entonces?

—¿No hay plan de futuro?

—Tengo tiempo de concretarlo. Ahora estoy cómodo como estoy.