Salvar un club dos veces

DEPORTES

J.M.ROMERO

10 ene 2022 . Actualizado a las 16:40 h.

El Real Unión, que pasó las Navidades como tercer clasificado de Primera RFEF, había sido uno de los dos únicos que había derrotado al Deportivo en esta primera vuelta liguera. Pero un Extremadura en práctica disolución y franca desbandada le ganó el pasado sábado con un equipo de catorce convocados y solo dos jugadores de la primera plantilla. Todos los demás habían abierto la temporada en el filial o el juvenil. «Estas personas no solo van a salvar un partido; estas personas van a salvar un club. Las familias de los chicos tienen que estar orgullosas porque es un partido de fútbol, pero también la salvación de un club», había afirmado su entrenador, el coruñés Manuel Mosquera, que fue leyenda de un equipo histórico con el que llegó a jugar en Primera.

Ahora la realidad de su club es muy distinta. Pendiente del concurso de acreedores en que está inmerso y de una inversión que no llega, el equipo de Almendralejo malvive a partir del espíritu indomable de un técnico considerado un héroe en su tierra adoptiva. Allí entienden de valentía y hasta de temeridad, pues históricamente vieron partir a un buen puñado de conquistadores, pero el que ahora los está salvando es este gallego sin miedo.

Y por segunda vez. En el 2020, todavía en Segunda, había acudido con su Extremadura a un Riazor que volvía a creer en la permanencia. Ya entonces se hablaba en Almendralejo de problemas económicos y un incierto futuro fuera del escaparate profesional. El cuadro azulgrana compareció descendido, con un puñado de suplentes, el coruñés Pinchi como goleador y siete chavales del filial, pero aquellos tres puntos enseñaron que un club se debe siempre a su afición y que a la hora de competir no hay nada escrito de antemano. Queda media temporada para saber lo que ocurrirá esta vez, pero Manuel ya ha salvado a su equipo dos veces.